El primer intento estadounidense de llegar a la Luna en más de 50 años parecía estar condenado al fracaso, luego de que la nave espacial de una compañía privada sufrió una filtración de combustible “crítica” apenas horas después de despegar el lunes.
Astrobotic Technology, la empresa de Pittsburgh propietaria de la sonda, logró orientarla hacia el Sol para que el panel capte energía solar y recargue su batería, mientras un equipo de expertos evaluaba la situación de lo que se dijo era “una falla en el sistema de propulsión”.
Al poco tiempo, sin embargo, se hizo evidente que hubo “una pérdida crítica de combustible”, reduciendo aún más las esperanzas de que se concrete el alunizaje programado para el 23 de febrero.
La compañía señaló en la noche que la filtración continuaba y calculó que la sonda comenzaría a perder energía solar dentro de unas 40 horas.
El problema se reportó unas siete horas después del despegue de la nave, el cual se llevó a cabo el lunes en la madrugada desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral. El cohete Vulcan de la compañía United Launch Alliance fue el vehículo para que la sonda, llamada Peregrine, iniciara su largo periplo hacia la Luna.
Un problema en el sistema de propulsión “amenaza la habilidad de la nave para un alunizaje suave”, explicó la compañía. La sonda cuenta con motores y propulsores para maniobrar, no solo durante el viaje, sino también en su descenso sobre la superficie lunar.
Astrobotic difundió una fotografía tomada por una cámara instalada en la sonda, la cual, explicó la compañía, mostraba una “perturbación” en una sección de aislamiento térmico. Eso concuerda con lo que se sabe hasta ahora acerca del problema, indicó la empresa.
Astrobotic intentaba ser la primera compañía privada en lograr un alunizaje, algo que solo cuatro países han concretado. Otra nave, de una empresa de Houston, será lanzada el mes entrante. La NASA les dio millones de dólares a ambas compañías para construir y enviar sus propias sondas lunares.
La agencia espacial quiere que las misiones privadas exploren la superficie lunar antes de enviar astronautas con experimentos científicos de la NASA, otros países y universidades, al igual que otras cosas para otros clientes. El contrato de Astrobotic para la cápsula Peregrine asciende a 108 millones de dólares, y tiene más contratos en curso.
Antes del lanzamiento, Joel Kearns, subdirector de exploraciones espaciales de la NASA, hizo notar que, si bien usar compañías privadas para enviar suministros a la Luna será más rápido y económico en comparación con la vía gubernamental, tiene riesgos adicionales. Enfatizó que la agencia espacial está dispuesta a aceptar esos riesgos, y señaló: “Cada éxito y cada fracaso son oportunidades para aprender y crecer”.
La última vez que Estados Unidos lanzó una misión lunar fue en diciembre de 1972, cuando Gene Cernan y Harrison Schmitt del Apolo 17 se convirtieron en los hombres undécimo y duodécimo en pisar la Luna, poniendo fin a una era que ha seguido siendo la de mayores logros de la NASA.
El nuevo programa de la agencia espacial, Artemisa —el nombre de la hermana gemela de Apolo en la mitología griega— pretende regresar a la superficie lunar en los próximos años. Primero cuatro astronautas orbitarán la Luna, posiblemente antes de fin de año.
Algo a destacar en el despegue del lunes fue el muy postergado lanzamiento de prueba del cohete Vulcan. El cohete de 61 metros (202 pies) de longitud es básicamente una versión mejorada del cohete Atlas V de ULA, enormemente exitoso, que está siendo descontinuado gradualmente junto con el cohete Delta IV de la empresa. La compañía espacial de Jeff Bezos, Blue Origin, proporcionó los dos motores principales del Vulcan.
ULA declaró que la misión era un éxito en cuanto la sonda lunar se desprendió de la sección superior del cohete casi una hora después del lanzamiento, y antes de que el sistema de propulsión fallara y evitara que el panel solar se orientara apropiadamente en dirección al Sol.
Desde hace tiempo, el alunizar ha estado marcado por una serie de aciertos y errores. La Unión Soviética y Estados Unidos concretaron una serie de alunizajes exitosos en las décadas de 1960 y 1970, antes de suspender sus misiones lunares. China se unió al exclusivo club en 2013 e India en 2023. Pero el año pasado, sondas de Rusia y de una compañía privada japonesa se estrellaron sobre la superficie del satélite terrestre. La nave de una organización israelí sin fines de lucro chocó en 2019.
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