Coincidiendo con el 50 aniversario de la Ley de Ejercicio de la Contaduría Pública, se realizó la entrega de la Orden Especial “Fray Luca Pacioli” -máxima condecoración del gremio- a distinguidos contadores públicos correspondiente a los años 2022 y 2023.
En este evento, organizado por la Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela (FCCPV), correspondió ser orador de orden a Pedro Pacheco Rodríguez, Socio Principal de PwC y presidente de PwC Services (2010-2023) y actualmente Presidente Ejecutivo de la Asociación Bancaria de Venezuela, quien destacó que se trata de un momento especial para reflexionar acerca del pasado, presente y futuro de la profesión de la Contaduría Pública.
Estuvieron presentes en el acto protocolar el presidente y directorio de la FCCPV, los miembros del Consejo de la Orden Especial “Fray Luca Pacioli”, autoridades de los Colegios de Contadores Públicos, colegas e invitados, a quién Pacheco Rodríguez dirigió las siguientes palabras:
Es un honor estar aquí hoy 27 de septiembre de 2023, reunidos en este acto solemne para conmemorar un evento excepcional; la entrega de la Orden especial “Fray Luca Pacioli” que este año coincide con la celebración del 50 aniversario de la promulgación de la Ley de ejercicio de la Contaduría Pública.
La Orden especial Fray Luca Pacioli es el referente ético y profesional, como máxima condecoración de los contadores públicos, otorgado por el Directorio de la Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela, previo informe del Consejo de la Orden, a distinguidos Contadores Públicos que por su brillante, fructífero y laudatorio desempeño en funciones académicas con prolijos aportes a la docencia, la investigación, la divulgación del conocimiento, su contribución a la consolidación del gremio y avance del estatuto científico de la contabilidad como una ciencia social, han puesto muy en alto nuestra profesión y se han hecho acreedores de este magno reconocimiento.
En un momento muy especial que nos hace reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro tan extraordinario de esta profesión. Han sido 50 años de pasión que nos hacen ser optimistas y entusiastas por el mejor porvenir.
Hoy, en este acto protocolar, debemos comenzar haciendo un reconocimiento y honrando a todos aquellos que con su esfuerzo y compromiso a lo largo de estos primeros 50 años han contribuido al desarrollo y la consolidación de la contaduría pública. Su dedicación y la búsqueda constante de la excelencia han sido fundamentales para el crecimiento y el reconocimiento de la contaduría pública en nuestro país. Nuestro respeto y admiración por los pioneros que lucharon por el reconocimiento de la profesión, a los maestros que han formado a varias generaciones de Contadores Públicos, y a los colegas que día a día trabajan para mejorar la calidad de los servicios profesionales que ofrecemos.
Hace medio siglo, estos pioneros establecieron un marco legal que comenzó a regular y fortalecer la práctica de la contaduría pública en nuestro país. la referida Ley, fruto de la visión y el esfuerzo de estos destacados y comprometidos profesionales, sentó las bases para el desarrollo de una contabilidad moderna, confiable y transparente, esencial para el funcionamiento adecuado de las empresas públicas y privadas, y la economía en general.
En aquel momento, el país reconoció la transcendencia de la contaduría pública como una profesión vital e imprescindible para el desarrollo económico y social del país. La promulgación de la Ley del ejercicio de la Contaduría Pública en 1973 coincide con el auge petrolero de los años 70 que vio prosperar la económica venezolana como una de las que más crecían a nivel mundial. Durante este recorrido la profesión ha tomado nota que unas veces se gana y otras se “aprende”. Desde entonces, los contadores públicos no han dejado de desempeñar un papel fundamental en la toma de grandes decisiones empresariales y gubernamentales, en la auditoría y fiscalización de las organizaciones, en el control de las finanzas públicas y privadas, y en la promoción de la transparencia y la ética en los negocios.
En este acto solemne de reconocimiento y de aniversario, también queremos reflexionar sobre los desafíos futuros que enfrenta la contaduría pública en la actualidad. La tecnología, la globalización y los cambios en la regulación y la normativa contable son solo algunos de los factores que están transformando nuestra profesión. Los contadores públicos tenemos que estar preparados para gestionar estos desafíos y seguir siendo un pilar fundamental del desarrollo económico y social de nuestro país.
Nuestra profesión ha evolucionado junto con los cambios en el entorno empresarial y las demandas de una sociedad cada vez más exigente y compleja. Hoy en día, como bien sabemos, los contadores públicos no solo se encargan de llevar los registros y los estados financieros de las organizaciones, sino que también desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones estratégicas del negocio, valoración de empresas, expertos fiscales, la evaluación de riesgos, la implementación de controles internos, precios de transferencia, presupuesto, flujo de caja, entre muchas otras.
Hemos pasados de los principios de contabilidad de aceptación general, los famosos PCGA que utilizamos durante muchos años, a las normas internacionales de información financiera de uso más reciente. Pasamos de la Tercera Revolución Industrial vigente cuando fue promulga la Ley de Ejercicio de la Contaduría Pública al gran desafío que representa para la profesión la Cuarta Revolución Industrial. Aun cuando el máximo desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial estaba proyectado para la tercera década del siglo XXI con la impronta de la pandemia COVID-19, que está actuando como un catalizador positivo, quizás veamos su esplendor antes de los previsto. Esplendor del cual los contadores públicos debemos ser protagonistas activos.
Surge en esta etapa de la mencionada Cuarta Revolución Industrial, las ocho tecnologías esenciales, a saber: Internet de las cosas, la realidad virtual, la realidad ampliada, el blockchain, la inteligencia artificial, las impresoras 3D, la robótica, y los drones que están transformando la sociedad en general y en particular el ejercicio de la Contaduría Pública. Estas ocho tecnologías están íntimamente relacionadas con la acumulación exponencial de datos (big data) y el uso de algoritmos para procesarlos, así como una masiva conexión de sistemas y dispositivos digitales. Estás tecnología están en pleno desarrollo y sus efectos e impactos en la sociedad en general y en particular en la contaduría pública los veremos en forma aún más acentuada en los próximos años. Los Contadores Públicos debemos prepararnos para aprovechar las oportunidades que esta nueva realidad nos ofrece.
Uno de los grandes retos de los Contadores Públicos para llegar con éxito a celebrar los próximos 50 años es acortar las brechas entre las habilidades y competencias que actualmente tenemos y las que esta demandando la nueva realidad, para ello los planes de formación profesional como los denominados “upskilling” y “reskilling, así como la revisión de los pensum académico de las universidades, se hacen apremiantes. Nuestra sociedad requiere un nuevo “Acude”, esta vez un “Acude digital”
El principal reto de la profesión del Contador Público en este momento es definir “Su propósito” para los próximos años, en conjunto con la nueva sociedad, que está direccionada por las grandes megatendencias: cambios demográficos, escasez de talento y de recursos, cambio climático, mayor urbanización, corrientes migratorias, conflictos sociales, y la ya mencionada disrupción de las ocho tecnologías esenciales. Estos grandes cambios están reformulando la profesión pasando de la época de “registrar información” para que otros tomasen decisiones financieras, tributarias, legales, empresariales; a la época de “tomar nosotros las decisiones” con base en el registro que ahora proporcionan las distintas nuevas tecnologías y sus aplicaciones.
Los registros contables se harán mediante blockchain, los inventarios físicos serán efectuados por drones, los escenarios de flujos de caja por aplicaciones de inteligencia artificial, actividades rutinarias de la profesión serán reemplazas por los robots, por citar solo algunos ejemplos. La configuración de la nueva realidad profesional nos hace reflexionar profundamente sobre el futuro de la contaduría pública. La inteligencia artificial al igual que el “Excel”, salvando obviamente las grandes diferencias que existen entre estas, no nos va a quitar el trabajo, nos lo va a quitar quien aprenda antes que nosotros a utilizar esta disruptiva herramienta.
El Contador Público para seguir brindando confianza a la sociedad tendrá que seguir mostrando altos estándares de ética y transparencia, así como de una alta capacidad analítica (coeficiente intelectual), buen uso de la inteligencia emocional y ahora incorporar la inteligencia artificial. Un profesional integral e integro. Los próximos años presentan un mundo de oportunidades para aquellos contadores públicos que incluyan entre sus servicios; analítica de datos, competencias en blockchain, habilidades en programación, pensamiento crítico, gestión del conocimiento, consultoría de proyectos, servicios internacionales de contabilidad, detección de fraudes financieros con el uso de ciberseguridad, análisis de inteligencia de negocios, expertos en reportes de sostenibilidad ESG (Ambiental, Social y Gobernanza), entre otros.
Como ya destacamos, hemos presenciado infinidad de avances tecnológicos, pasamos de la regla de cálculos manuales a la calculadora, de los registros en los libros de cuenta en forma manual a los sistemas integrales computarizados, de las hojas verdes de dieciséis columnas a las hojas de Excel, de la pizarra al video beam, hoy nos podemos reunir en forma presencial o a distancia, y la máquina de escribir o la siempre calculadora es ya una pieza de museo ante los teléfonos inteligentes. A pesar de estos avances tecnológicos y el pasar del tiempo, hay algo que durante este tiempo se ha mantenido intacto; la ética, la vocación de servicio y de enseñanza de los connotados profesionales de la contaduría pública.
Es obvio que ya nuestro trabajo no se limita solo al registro de números, sin embargo, todavía sectores de la sociedad nos siguen viendo así. Como contadores públicos, tenemos la responsabilidad de divulgar nuestros conocimientos, nuestras capacidades para solucionar los grandes problemas de la sociedad, velar por la integridad y la transparencia en la información financiera, promoviendo la confianza y la credibilidad en el mercado financiero sobre el cual se toman las grandes decisiones empresariales y gubernamentales.
Hemos sido testigos de excepción de importantes avances tecnológicos que han transformado también a nuestros clientes y al mercado laboral. La digitalización de los procesos contables ha demandado un nuevo perfil del Contador Público que nos ha permitido se más eficientes, mejores comunicadores y más precisos ofreciendo nuestros servicios, adaptándonos a las demandas de la era digital y aprovechando las aportaciones que ofrece la tecnología para brindar un mejor servicio a nuestros clientes y a la sociedad en general.
Para ir finalizando quiero proponerles que como profesionales siempre en la vanguardia y comprometidos con las grandes causas de la humanidad debemos colocar en nuestra agenda los Objetivos de Desarrollo del milenio, especialmente en el caso de Venezuela, el Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. El contador público es más que pieza clave en la sociedad actual, es pieza estratégica para alcanzar este y los otros objetivos estratégicos.
El Contador Público debe incorporar una cultura del hacer que las cosas pasen y no esperar “a ver que pasa”, de lo reactivo a lo proactivo, pasar del “según vaya viniendo vamos viendo” a un carácter transcendental de prospectiva estratégica, pensando siempre en las próximas generaciones. Una cultura personal y organizacional en búsqueda de la excelencia y la ética en los negocios. No podemos evitar que nos llegue una nueva pandemia, pero si podemos decidir como la gerenciamos, siempre con actitud proactiva y sentido de transcendencia. Que cuando dentro de 50 años se refieran a nosotros nos sintamos orgullosos por nuestra contribución
Agradecemos una vez más a los profesionales académicos y lideres empresariales que han trabajado incansablemente para mejorar nuestra profesión y para garantizar que sigamos siendo relevantes y efectivos en el futuro. Un reconocimiento especial a nuestros profesores, a nuestros maestros, a nuestros mentores, a nuestras casas de estudios, en mi caso en particular a la Universidad Central de Venezuela y a PriceWatehouseCooper, sin ellos este momento profesional no hubiese sido posible.
En este aniversario tan especial, renovemos nuestro compromiso de seguir trabajando por la excelencia, la integridad y la ética en nuestra profesión. Sigamos promoviendo la importancia de una contabilidad confiable y de transparencia, y contribuyamos al desarrollo económico y social de nuestra nación.
Felicitaciones a todos los contadores públicos que forman parte de esta gran comunidad y que han dejado su huella en estos 50 años, y en particular a todos ustedes que han recibido el día de hoy la magna distinción de la Orden especial “Fray Luca Pacioli” siéntanse y llévenla con orgulloso por la labor cumplida, son ustedes maestros de maestros, fuente de inspiración y ejemplo a seguir de las actuales y futuras generaciones de contadores públicos y conciudadanos.
Agradecer a todos los presentes por acompañarnos en este acto protocolar tan especial y emotivo. Sigamos siendo protagonistas de los cambios, con la certeza que nuestra labor es más que una pieza clave, es una pieza estratégica para el mejor porvenir y el progreso sostenible de nuestra sociedad.
Hoy decretamos que en los próximos 50 años lo mejor está por venir para nuestra profesión y el país en general.
Muchas gracias, agradecido con Dios y ustedes por estar acá el día de hoy,