Arabia Saudita prorrogará la reducción de su producción de petróleo en un millón de barriles diarios (bd) para impulsar los precios al alza, indicó el lunes el ministerio de Energía, al tiempo que Rusia anunció que en agosto bajará sus exportaciones en 500.000 bd.
Los principales productores de petróleo están intentando estabilizar los precios en un mercado volátil, consecuencia de la invasión rusa en Ucrania y de la vacilante recuperación económica de China.
Arabia Saudita, el peso pesado dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), decidió a principios de junio en el marco de la llamada OPEP+ (los miembros del cártel más diez socios) un nuevo recorte de producción con la esperanza de hacer subir los precios.
Decisiones de Arabia Saudita
En el caso de Arabia Saudita, esa reducción, voluntaria, que entró en vigor este fin de semana continuará en agosto y «puede extenderse» más allá de este período, dijo la agencia oficial de prensa saudita, citando una fuente del ministerio de Energía.
«La fuente confirmó que esta reducción voluntaria adicional refuerza las medidas de precaución tomadas por los países de la OPEP+ para apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros», agregó la agencia de prensa.
Esta decisión supone mantener la producción saudita en alrededor de 9 millones de barriles diarios.
El ministro de Energía saudita, el príncipe Abdelaziz bin Salmán, ya aclaró el mes pasado tras la reunión de la OPEP que el recorte era «extensible».
En abril, varios miembros de la OPEP+ decidieron reducir voluntariamente su producción en más de un millón de barriles diarios, una decisión sorpresa que hizo subir brevemente los precios pero no de manera sostenida.
«Equilibrar el mercado»
Poco después del anuncio de Arabia Saudita, Rusia dijo que reducirá las exportaciones de petróleo en 500,000 barriles diarios en agosto.
«Como parte de los esfuerzos para equilibrar el mercado, Rusia reducirá voluntariamente las entregas a los mercados petroleros en 500.000 barriles diarios en agosto», dijo el vice primer ministro Alexander Novak, citado por las agencias de noticias rusas.
Rusia ya había anunciado en febrero de este año una disminución de su producción de petróleo de 500.000 barriles diarios, una medida que dijo querer mantener hasta finales de 2024.
La decisión anunciada el lunes se refiere a las exportaciones, no a la producción.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, Moscú ha redirigido sus exportaciones de energía de Europa hacia India y China.
Argelia, otro miembro de la OPEP, también anunció que recortará su producción en 20.000 barriles diarios en agosto, una reducción que se suma a la ya adoptada voluntariamente en abril, de 48.000 barriles diarios.
La decisión se tomó «en apoyo» a las medidas de Arabia Saudita y de Rusia para promover «la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros», indicó el Ministerio argelino de Energía, agregando que la producción del país en agosto será de 940.000 barriles diarios.
La reacción del mercado a los anuncios del lunes de Arabia Saudita y Rusia, aliados dentro de la OPEP+, fue relativamente discreta.
El Brent, el crudo de referencia en Europa, subió un 0,98% hasta 76,15 dólares el barril y su equivalente en Estados Unidos, el WTI, subió un 1,02% hasta 71,36 dólares el barril, lejos de los máximos de marzo de 2022 (casi 140 dólares) cuando empezó el conflicto en Ucrania.
Sin embargo, varios analistas expresaron sus dudas de que estos anuncios tengan un impacto duradero en los precios.
«Es la reacción automática habitual a los anuncios de reducción de la producción», consideró Chris Beauchamp, analista en IG. «Pero, puesto que no se trata de una decisión coordinada de todos los miembros de la OPEP+, es difícil imaginar que se trate de un verdadero movimiento alcista».
Para Jamie Ingram, analista en MEES, «Rusia no debería convencer de que respetará plenamente sus últimos compromisos, pero lo más importante es que se trata de un compromiso público en apoyar la estrategia saudita de gestión de los mercados».
En lo que va de año el Brent ha caído un 11% y el WTI un 7%.
Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, aspira a precios altos para su petróleo para financiar un ambicioso programa de reformas que podría permitir a su economía alejarse de los combustibles fósiles.
Pero los analistas creen que el país necesita un petróleo a 80 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, un precio muy por encima de la media de los últimos años.
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