Doctora Milagros Herrera Tribunal Once de Juicio de Caracas.
C. C Nicolás Maduro Moros Presidente de Venezuela
Caracas 08 de agosto de 2015
Estimada doctora Milagros Herrera, yo Leocenis García, portador de la cedula de identidad 16.016.218, utilizo como vehículo para hacerle llegar esta carta a la Policía Nacional de Petare (Delegación) que se mantiene como mi custodia, y la de mi padre, el cual posee mi mismo nombre.
Empiezo esta carta notificándole que, hasta el día de hoy su tribunal no sólo no me ha notificado formalmente cual es mi estatus legal sino lo que es peor, se me ha impedido el traslado a un clínica para ser hospitalizado.
Sumado a ello me encuentro sin defensa, pues usted, no deja juramentar mi defensa, aún cuando sabe que por mi condición no debo ni puedo ser trasladado a su tribunal. Supongo que a estas alturas usted tendrá los informénes del Hospital Militar Carlos Arvelo, institución perteneciente al Ministerio de la Defensa, que para el momento de la evaluaciones diagnosticaban entre otras un infección urinaria intrahospitalaria, es decir adquirida en ese hospital bajo la responsabilidad del Estado venezolano, una gastropatía, agravada como es lógico por 87 días de ayuno , o huelga de hambre, registrados en más de 20 exámenes de química (sangre) y de control de Amilasas y Alipasas.
Sumado a eso, las alertas de la unidad de Medicina Interna, sobre desnutrición severa, cuadros febriles, deshidratación, pancreatitis, y ahora un adormecimiento que me impide caminar fluidamente, producto de que, como nos ha indicado un medico privado pude no sólo haber destruido mi propio tejido adiposo sino el sistema nervioso durante la huelga. Lo que podría provocar -sino me hago las pruebas correspondientes que determinen el tratamiento adecuado-, quedar paralizado totalmente. Supongo, que usted entenderá, que un juicio con un muerto o un hombre con parálisis, no se puede desarrollar. Y entiendo, que usted y el Ministerio Publico están muy interesadas en mi juicio. Así que si alguien me necesita con salud, es su tribunal.
Usted, y no otra persona, sabe las numerosas irregularidades cometidas en el proceso que se me sigue, y ahora después de la intervención del señor Presidente de la República, usted en vez de enviarme a una clínica, me ha enviado a casa, donde no puedo ser atendido clínicamente. Grupo 6to Poder, conglomerado de medios de comunicación en Venezuela, permanece cerrado desde hace cinco meses, y a este servidor , su editor, después de esta huelga de hambre de 87 días en manos del SEBIN, se me ha puesto en mi casa bajo prisión sin que se me permita la atención medica. Ahora bien , por qué todo ello, huelga preguntarse. Se nos acusa de Legitimación de Capitales, sin embargo durante el mes de julio del presente año bajo instrucciones de la sub secretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, funcionaria del gobierno de Estados Unidos, mi hermana María Lucía García, se reunió y recibió todo el apoyo de la embajada estadounidense en Caracas. Asunto que he hecho publico en la edición del domingo 01 de agosto en el diario
El Nuevo País, dirigido por el periodista en el exilio Rafael Poleo. Destaco lo anterior porque si el juicio que se me sigue y las acusaciones ventiladas en ese tribunal fuesen ciertas , hace tiempo que los primeros interesados en investigarlo serían los representantes del gobierno americano que gentilmente prestaron apoyo emocional a mi familia. Sumado a lo anterior gente del propio chavismo, verbigracia el doctor Herman Escarrá, abogado constitucionalista ha clamado justicia públicamente por mi caso, y ha salido en mi defensa, o la ex primera dama Marisabel Rodríguez que manifestó su preocupación por mi estado de salud. Sin sumar a todo la preocupación del señor Nuncio Apostólico Aldo Giordano. Ahora bien, estimada señora, todo esto no parece llegar a su tribunal. Usted me puso en prisión después de estar sin despacho por meses (solo se habilitó el tribunal para ordenar mi captura) sino que además ordenó se bloquear el acceso a mi presentación, y las veces que intenté, no pude hacerlo, eso sin contar que ya en su expediente tiene un informe forense del MINISTERIO PUBLICO, donde me diagnosticaba siete patologías, y si usted lee ese informe, está claro que merita estudios y ausencias al tribunal.
El saldo hoy es ominoso, un grupo de periodistas está en la calle, cuatro medios de comunicación cerrados (además haciéndose de bienes que jamás me pertenecieron), y un editor encarcelado, y además condenado a la muerte. De manera que, honorable señora, queda usted notificado, de dos hechos que en si constituyen un atentado a un proceso justo: primero, que no se me permita el derecho a la defensa y esté, yo , desasistido, aun cuando mis abogados en reiteradas oportunidades han pasado por su tribunal, con dilaciones indebidas ordenadas por usted, y por otra parte que hasta hoy, este servidor se encuentra desasistido, cuando debo estar hospitalizado. Como usted sabe mi caso ha sido presentado ante la Corte Interamericana de derechos Humanos, así como a la Sociedad Interamericana de Prensa. Tengo la cabeza levantada. Hago mío el reclamo que el entonces prisionero estudiante, Fidel Castro, soltó antes sus carceleros, golpeando las esposas “ Un hombre así, amarrado; no puede defenderse”.
Queda notificada oficialmente.
Leocenis Garcia Cedula 16.016.218