Juliana, Francisco y Octavio son los hijos de Margarita, una mujer de 56 años, muy sana en términos generales. Un buen día recibieron una llamada que los sacó a todos de sus trabajos y las aulas de la Universidad y los condujo a la emergencia de la clínica: Margarita estaba amnésica. Los reconocía a ellos, su nombre y más o menos bien su pasado inmediato, pero preguntaba una y otra vez dónde estaba y qué le había pasado. Por más que respondían a sus preguntas, no había manera de que fijara la información en su cabeza.
Luego de descartar con estudios que no se tratara de epilepsia ni un accidente cerebrovascular; y tras cinco horas de observación, fue cuando empezaron a llegar poco a poco los recuerdos, finalmente los médicos diagnosticaron un episodio de Amnesia Global Transitoria (AGT).
Se trata de un síndrome neurológico en el que la persona suprime de manera temporal pero casi en su totalidad la memoria a corto plazo, o la capacidad de almacenar los recuerdos más inmediatos y crear nuevos; de resto presenta un estado normal de alerta y lucidez, mantiene conocimiento absoluto sobre su propia identidad y la de sus familiares cercanos, pero puede tener algunas dificultades para recordar episodios del pasado más lejano. La desorientación en tiempo y espacio y la ansiedad suelen ser los acompañantes de estos episodios que generalmente duran de dos a ocho horas.
Generalmente la AGT ocurre en personas de mediana o avanzada edad, de entre 56 y 75 años, que han sido expuestos a sucesos precipitantes, ataques de hipertensión arterial, de alta emotividad o esfuerzo físico, como por ejemplo, ejercicio vigoroso, natación en aguas frías, cambios drásticos de temperatura y sucesos estresantes o emocionalmente traumáticos. La mayoría de los casos (80%) se puede asociar a este tipo de eventos repentinos o incluso a preocupaciones persistentes como problemas de índole económico, pérdida de seres queridos o sentimientos de agotamiento por responsabilidades excesivas.
El tratamiento recomendado durante estos ataques suele ser tranquilizantes para el paciente y, también, para los familiares, quienes pudieran verse muy afectados e impresionados al observar a su padre, hijo o pareja disminuido por la pérdida de memoria más inmediata.
CAUSAS IMPRECISAS
Aunque la causa de la AGT es imprecisa, un 2% de los casos puede ser asociado a factores hereditarios y también hay hipótesis que indican que algunas enfermedades pudieran desencadenar los estresantes episodios.
Durante años se pensó que la AGT podía ser consecuencia de la isquemia cerebral. Pero esa hipótesis ha sido desplazada; hay otra teoría que indica que puede deberse a una congestión venosa del cerebro, que conduciría a la isquemia de determinadas estructuras involucradas en la memoria. Nada claro respecto a esto.
Las migrañas también han sido asociadas a la AGT. Muchos pacientes que tuvieron esta amnesia temporal han sufrido de migrañas y durante el episodio suelen presentar dolores de cabeza y náuseas, que son síntomas propios de este malestar. La otra causa que se ha considerado en el estudio de la AGT es la epilepsia, pero esta enfermedad provoca amnesia epiléptica transitoria (AET), que pudiera llegar a confundirse.
Sin embargo, el pronóstico de la AGT es muy bueno y es considerado un proceso benigno, pues se ha comprobado que no es un factor de riesgo para desarrollar un accidente cerebrovascular o una enfermedad isquémica, y la persona suele recuperar toda su memoria y habilidades al cabo de 24 horas, con una tasa muy baja de recurrencia.
La incidencia de la amnesia global transitoria se ha calculado entre 3, 4 y 10 por cada 100.000 hab/año, con una tasa de incidencia anual que se incrementa hasta 23 y 32 por cada 100.000 habitantes por encima de los 50 años.
MEMORIA EN EL CINE
Son muchos los personajes en el cine y, especialmente, en la televisión que han perdido la memoria. Aquí tres representativos de la cinematografía moderna:
Leonard: Interpretado por Guy Pearce en Memento (2000), tras un trauma cerebral que le causó amnesia, busca vengarse del hombre que violó y asesinó a su mujer, y que le provocó su enfermedad. Para “recordar” los sucesos de su vida toma fotos instantáneas, le agrega notas y se tatúa pistas del asesino de su esposa, a veces demasiado ambiguas.
Doris: Este pez cirujano azul y negro se hizo famoso en Buscando a Nemo de los estudios Pixar en 2003. La pez de espíritu libre acompaña a Marlin en la búsqueda de su pequeño hijo Nemo, pero no es capaz de recordar algo si deja de prestarle atención unos segundos, lo que hace el viaje muy divertido.
Lucy Whitmore: Interpretada por Drew Barrymore en 50 First Dates de 2004. Es una profesora de arte que tuvo un accidente de tránsito y el resultado es que no tiene ningún recuerdo de nada que haya pasado entre el día del accidente y el presente y cada vez que amanece inicia toda su rutina nuevamente. Conoce a Henry, quien hace todo lo posible para que no lo olvide cuando caiga la noche.
ENTENDER LA MEMORIA
Para comprender mejor lo que sucede durante una Amnesia Global Transitoria es necesario saber que la memoria de corto plazo, que es la más afectada en estos episodios, es un espacio de memoria utilizado para almacenar información temporalmente, generalmente entre algunos segundos y un minuto. La nueva información reside allí por un periodo más breve que otra información que ya se conoce.
Si no se realiza ningún esfuerzo para almacenar esa información presente en la mente (por ejemplo, repitiendo la información), desaparecerá muy rápidamente y se olvidará en un minuto. Por ejemplo, un número telefónico o el nombre de alguien que se acaba de conocer.
Tradicionalmente, la memoria de corto plazo fue simplemente considerada un área de almacenamiento pasiva y temporal para la información que se transferirá al área de la memoria de largo plazo. Pero más recientemente se habla de la memoria de trabajo, la cual implica que además de almacenar información de forma temporal, se es capaz de procesar los datos que se han almacenado. Por ejemplo, se recuerda un número telefónico, pero también se puede repetir el número en sentido inverso.
SABÍAS QUE…
El síndrome fue descrito por primera vez por Bender en 12 pacientes en 1956, pero fueron Adams y Fisher quienes introdujeron su denominación. En 1985, Caplan definió la AGT “como una crisis de amnesia sin trastorno de conciencia, focalidad neurológica o crisis epiléptica, en pacientes sin historia previa de epilepsia o traumatismo craneoencefálico reciente y resolución en menos de 24 horas”. El propio Caplan y Hodges definieron los criterios diagnósticos.//AGM
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