Que el Presidente Nicolás Maduro, dentro de su ya tradicional ceguera política haga cambios ministeriales con dos de sus incompetentes, leales y favoritos, se acepta como otra de la típicas y folklóricas “maduradas”. Se ha equivocado con tantos altos cargos que dos más, la verdad, poco importan en medio del enorme desastre al cual ha precipitado al país, una tragedia cuyo camino, no debe olvidarse, inició y marcó Hugo Chávez. La muerte no basta para olvidar el rosario de desatinos.
Pero que al día siguiente de informarse oficialmente por fiscales de una corte federal de Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York, la acusación contra el general Néstor Reverol por complicidad en narcotráfico, sólo puede interpretarse de una de tres formas.
Un reto majadero y necio a Estados Unidos, que pudiera convertir al mismo Nicolás Maduro en cómplice del acusado y del caso; o una presión militar interna inexplicable, que hace refrescar la ya vieja sospecha del famoso “cartel de los soles”, o sea, las muchas veces comentada presunta participación de altos oficiales de las Fuerzas Armadas en el narcotráfico; o en tercer lugar que, además de incompetente, Maduro está perdiendo o extraviado el juicio, agobiado por los innumerables problemas que lo aquejan a él y angustian a los venezolanos.
El general ex comandante de la Guardia Nacional ha venido estando rodeado de innumerables rumores que llevaron incluso a platicar de prácticamente desobediencia al Ministro de la Defensa, a quien -según los chismes- habría señalado que él sólo obedecía al Presidente Maduro. De hecho, algunos consideraron una imposición de Padrino López la separación de Reverol del comando de la Guardia Nacional.
¿Y ahora, de repente el mismo cuestionado general es nombrado como el principal Ministro –Justicia y Paz- del país, y encima el Presidente señala que con su experiencia el militar ejecutará mejor los muy cuestionados operativos OLP? ¿De qué diablos estamos hablando? Y entonces ¿hay enfrentamiento entre el presidente y el co-presidente? Solo se trata de ¿diversidad de opiniones? Estas preguntas para quienes sostienen que Maduro abdicó ante Padrino
Que el Presidente hubiera decidido y anunciado que el Estado ofrecería asesoría y ayuda de buenos abogados en su caso ante el tribunal federal estadounidense en Nueva York, no nos hubiera gustado, pero lo habríamos comprendido. Pero nombrar para un cargo de ejecutor fundamental de la política interna del país, que incluye la persecución al narcotráfico, a un personaje público y oficialmente sometido a juicio nada menos que por colaboración con el narcotráfico, es imprudente, falto de tacto político e incomprensible, por decir lo menos.
Carencia que, lo peor, no tiene explicación razonable alguna, no puede ser sólo el apoyo al amigo atacado. Una cosa es solidaridad, amistad, que se comprenden, y otra es comprometer a todo el Estado y, con él, a toda la ciudadanía honesta, decente, ya bastante agredida y victimizada del país. En estos momentos el nombramiento ministerial debe haber sorprendido y estar siendo analizado con estupor y desconfianza no sólo en el Departamento de Estado, sino en todas las cancillerías del mundo. Es una mala decisión incluso para el militar, cuyas cuentas bancarias y propiedades fuera de Venezuela -si las tiene- ya deben haber sido congeladas o reservadas por la corte federal salvo en algún que otro país extraño no atento a restricciones financieras estadounidenses. Cualquier banco no importa su nacionalidad que tenga oficina o representación en jurisdicción estadounidense, es susceptible de sanciones en el caso mencionado.
Por otra parte, parece que el Presidente dijo -o se supone ése es el objetivo- que hacerlo Ministro es una decisión para “protegerlo”. ¿Hasta cuándo? ¿Va ser Ministro hasta el día de su muerte a cualquier edad? Obviamente no, en el mejor de los casos sólo mientras Nicolás Maduro esté en la presidencia, que no parece sea mucho tiempo, como mucho hasta el 2018 superando todas las expectativas.
Para efectos de la justicia estadounidense, si no estamos muy equivocados, éstos son delitos que no prescriben y sólo se disminuyen sus penas si el acusado se convierte en testigo protegido, es decir, que haga revelaciones importantes a la DEA y la fiscalía del caso.
¿Será esta posibilidad la causa del sorprendente nombramiento? Quien lo sabe.
Pérez Abad coqueteo y giro demasiado a la derecha, se puso hablar demasiadas sandeces de unificación de cambio, algo de liberación del dólar, respeto a la propiedad privada, buscar apoyo en la iniciativa privada, fortalecer la empresas, la inconveniencia de las expropiaciones, visitar los restaurantes chinos cerca de la sede de Fedecámaras y mas, que molestaron a Maduro, Aristóbulo y fue sustituido. Aunque los chismosos piensan y dicen: que no se sometió a las directrices de Vladimir. ¿Cuál será la verdad?
En todo caso los rumores continúan manifestando que habrá y vendrán más cambios en el gobierno nacional. Ojala sea para bien y mejor pero mucho sospechamos que no será así.
Armando Martini Pietri
