Sí usted está cansado de la rutina caraqueña, del caos diario, la inseguridad y la falta de espacios para el disfrute. Si piensa que no tiene calidad de vida, que se merece más, que cada vez que sale a la calle la ciudad lo consume en su ambiente de hostilidad. Usted no conoce el programa de turismo social endógeno que está rompiendo paradigmas en Caracas y en el mundo: Vivir viviendo con Jacqueline.
De verdad debemos sentirnos orgullosos de las eminencias que tenemos en el gobierno; apenas escucharon de este programa en el exterior, las agencias de viajes se abarrotaron para comprar boletos con destino a Caracas. Ya veremos cómo el Big Ben, la Torre Eiffel, el Coliseo y demás lugares turísticos quedan desiertos frente a los llamativos tours de Jacqueline.
Sin duda, la atracción más demandada será el Guaire, allí franceses, suizos y estadounidenses vendrán a hacer sus picnics, a respirar aire fresco y a echarse un chapuzón en las cristalinas aguas de nuestro río caraqueño. Hay que ser justo con quien lo merece y debemos agradecerle esto a Jacqueline Faría, una mujer que durante años invirtió esfuerzo y tiempo para devolvernos un espacio donde ahora podemos hacer sancochos, patinar y pasear en góndolas como si estuviéramos en Venecia. ¡Qué envidia deben sentir de nosotros afuera!
Pero si usted es amante de la adrenalina, los retos y la diversión extrema, no debe pensarlo dos veces y venir a disfrutarse una cola en cualquier mercado venezolano. Hay extraordinarios paquetes, full days con todo incluido: su silla, su gorra roja y una matraca para que usted se vacile al menos seis horas de cola con la alegría y el optimismo que nos inyecta la revolución. ¿Quién dijo escalar el monte Everest? No hay emoción que se compare con el momento cuando usted está llegando a la caja y no sabe si alcanzará la harina de maíz. Una experiencia sin igual.
No entiendo qué hace Jacqueline Faría aspirando a un simple cargo de diputada, cuando pudiera ser ministra de Turismo o tener un alto cargo en alguna organización multilateral, donde pueda mostrar su maravillosa experiencia. Queremos seguir escuchándote Jacqueline, porque el mundo merece conocer tu brillantez y describiendo lo que ha hecho de Venezuela el madurismo: un país de colas y escasez.
Brian Fincheltub
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