‘The Wall Street Journal’ asegura que se examina también si algunos de los mayores contribuyentes de ese comité hicieron donaciones a cambio de favores políticos
Javier Ansorena

La fiscalía de Manhattan ha abierto una investigación sobre financiación irregular de la investidura de Donald Trump en enero de 2017, en el último quebradero de cabeza legal para el presidente de EE.UU. Los investigadores examinan, según ha podido saber ‘The Wall Street Journal’, si el comité para la organización de los fastos inaugurales desvió o gastó de forma irregular parte de los 107 millones de dólares -una cantidad récord para este tipo de eventos, el doble de lo que logró Barack Obama en 2009- recaudados entre donantes.

La investigación, que está en su fase inicial, también se ocupa de si alguno de los principales contribuyentes de fondos para la investidura lo hicieron a cambio de acceso especial a la nueva Administración o de concesiones e influencia política.

La investigación se originó en las pesquisas del fiscal especial Robert Mueller, encargado del supuesto complot entre Rusia y la campaña electoral de Trump. Su equipo obtuvo una grabación de una conversación entre Michael Cohen -el exabogado de Trump, recién sentenciado a tres años de prisión y que ha cooperado con Mueller- yStephanie Winston Wolkoff, un asesora de Melania Trump que trabajaba en la organización de la investidura. Al parecer, Wolkoff le transmitió su preocupación por cómo se estaba gastando el dinero.

En el centro de la investigación esta Richard Gates, un alto cargo de la campaña de Trump que se declaró culpable de conspiración contra los EE.UU. dentro de la trama rusa, y que fue uno de los encargados de conseguir los fondos para la inauguración.

EFE