Tener relaciones sexuales con tu pareja es maravilloso; lo compartes con alguien más, hay intimidad, ya se conocen, quieren satisfacerse mutuamente al 100% y existe el doble de placer. Pero no está nada mal que de repente quieras sacar tu lado kinky en la comodidad de tu habitación con tu vibrador

Es bueno compartir fantasías entre pareja, pero también lo es explorarlas por tu cuenta, sin poner en peligro tu relación.

Las mujeres especialmente luchan mucho por aceptar y llevar a la realidad sus secretos más eróticos y mucho más si lo hacen por su cuenta. Por algo son fantasías, ¿no? Porque es algo que puedes hacer en la inmensidad de tu mente. Pero, ¿qué tipo de vida llevarías si no te atreves a hacer lo que más te gusta?

 
¿Culpa? Tener fantasías y explorarlas por tu cuenta te permitirá conocerte un poco más, sentir más confianza contigo misma y, por ende, mejorar tu vida sexual en todos los aspectos. Y, por supuesto, tener fantasías no es lo mismo que realmente llevarlas a cabo con alguien más y no con tu pareja.

Primero que nada: empieza con algo lento. Puedes imaginar el escenario perfecto y masturbarte en tu habitación. Ya si estás acostumbrada a algo más atrevido, intenta con un vibrador. Créeme, la penetración hará todo más tangible y real y acelerará tu orgasmo.

Si sigues sin atreverte, cambia un poco tu físico. Y no me refiero a bajar de peso, sino tal vez una peluca o un cambio de lencería. Un detalle externo te ayudará a sentirte como otra persona y, por ende, te permitirá sentirte con más confianza.

Por último, pero no menos importante: no te sientas culpable. Todos tendemos fantasías, no estás sola, y tus deseos son completamente naturales.

Eme de mujer