Esta semana, la plataforma de videoconferencias Zoom se ha visto envuelta en una polémica debido a la utilización de datos de sus clientes con el fin de entrenar sus herramientas de inteligencia artificial. Su IA se activa de modo voluntario al actualizar sus políticas de uso.
Un análisis detallado de esas políticas publicado por un medio especializado y viralizado en Twitter y foros de internet, ha obligado a la empresa a salir a defender su política. También, a modificar el documento de consentimiento expreso y a asegurar que el usuario puede decidir en todo momento si quiere compartir o no contenido con Zoom para mejorar su IA.
Según los términos de uso, el usuario acepta que Zoom puede recopilar datos para, entre otras cosas, el entrenamiento y ajuste de algoritmos y modelos de inteligencia artificial. Es decir, acepta que la empresa tiene licencia perpetua para usar en todo el mundo ese contenido con ese y otros fines.
«Bueno, hora de jubilar @Zoom, que básicamente quiere usarte/abusar de ti para entrenar su IA», tuiteó Gabriella Coleman. La usuaria es profesora de la Universidad de Harvard especializada en cuestiones relacionadas con internet.
Su mensaje ya había sido compartido hoy más de 2.000 veces; y alimentó el debate en la red y llevó a Zoom a publicar una actualización de sus políticas de uso.
Zoom se pronuncia
«Zoom no usará contenido de clientes de audio, video o chats para entrenar nuestros modelos de inteligencia artificial sin su consentimiento». Así lo señaló un párrafo añadido hoy por la empresa.
En un comunicado en su web corporativa, Zoom trató además de explicar los cambios introducidos recientemente a los términos de uso de sus servicios. En especial, todo lo relativo a las nuevas herramientas de IA.
Zoom ofrece actualmente dos servicios basados en esta tecnología. Uno que resume el contenido de reuniones y otro que ayuda a escribir mensajes. Según insiste la compañía, son los dueños y administradores de cuentas los que controlan si activarlas o no.
Además, señala, cuando se usan el usuario recibe un «proceso de consentimiento transparente» para autorizar el uso de datos con el fin de entrenar los modelos de IA.
«Tu contenido se usa solamente para mejorar el rendimiento y la precisión de estos servicios de IA. E incluso si eliges compartir tus datos, no se utilizarán para el entrenamiento de ningún modelo de terceros», añade el texto.
La reciente proliferación de nuevos modelos de inteligencia artificial ha generado en todo el mundo un importante debate sobre las consecuencias que ello puede tener en muchos ámbitos. Incluido el de la privacidad y el de los derechos de propiedad intelectual.
ComputerHoy