El serbio Novak Djkovic tomará con cautela su partido de mañana en el Abierto de Estados Unidos contra el suizo Stan Wawrinka, que ya se le atravesó una vez en la final de un Grand Slam y espera hacerlo de nuevo en Nueva York.
Dos de las más desgarradoras derrotas de Djokovic en torneos majors han sido ante Wawrinka: en cuartos de final del Abierto de Australia 2014 y la final del Roland Garros de 2015.
“Se trata de alguien que ama el gran evento: cuantos más en juego haya en la cancha, más se eleva su juego”, resumió sobre su rival el actual número uno del mundo.
Con un Wawrinka inspirado en su mejor tenis, y un Djokovic con molestias en el hombro derecho, de nada vale que el serbio haya ganado 19 de sus 23 partidos contra el número 3 del mundo.
“Para él, estar en una final por un título importante no es ningún estrés, por el contrario, con sus dos títulos de Grand Slam, su título olímpico y la Copa Davis en su haber, él cree mucho más en sí mismo”, afirmó el serbio.
“Es muy potente, tiene un gran servicio y probablemente el mejor revés, el más eficaz con una sola mano. Puede ser muy peligroso para todo el mundo”, concluyó Djokovic, que jugará su séptima final de un US Open.
Campeón de ese torneo en 2011 y 2015, el serbio estará buscando el título de Gran Slam número 14 de su carrera. La ventaja más palpable es que llega a esta cita neoyorquina mucho más descansado que Wawrinka.
Entre retiros de sus oponentes por lesiones y sus victorias concluyentes -como la que tuvo en semifinales contra el francés Gael Monfils- Djokovic ha estado apenas 9 horas en la cancha de Flushing Meadows, dos veces menos tiempo que el suizo.
“No creo que eso cambie nada. Él llegó aquí un poco lastimado, pero sigue siendo el número uno mundial”, aceptó Wawrinka. “Novak es una bestia desde un punto de vista mental, que siempre da lo mejor de sí en una final, con una defensa increíble, nunca es fácil jugar contra él”.
A sus 31 años de edad, Wawrinka es otro guerrero mental. Ha ganado sus últimas 10 disputas por un título, elevando a 14 sus coronas en la ATP, tres en esta temporada.
AFP