Muchas de las personas que llevan una vida sexual insatisfecha deben sentirse un tanto culpables por ello, no todo es sobre la torpeza de su pareja.
Es bueno sentirse culpables y reconocer que en parte, el temor de hablarlo directamente con tu compañero o compañera, genera que te sacrifiques emocionalmente y que tu sexualidad sea, además de mala, insoportable.
Lamentablemente ese sacrificio puede conducirte a la depresión que posteriormente se convertirá en enfado. Un enfado que sacarás en el peor de los momentos y que puede terminar con tu relación.
Es muy sencillo reconocer cuando una mujer está verdaderamente excitada, los signos son claros son:
Elevación de la temperatura corporal, aumento del volumen de los senos, erección del clítoris, dilatación de las pupilas, aceleración del ritmo cardiaco, sudoración en las axilas, humedecimiento de la vagina, etc.
Además de estos cambios físicos, que son respuesta a la estimulación, existen cambios y movimientos internos en las paredes de la vagina, en el cuello del útero y en el útero.
Toda esta cadena sensorial no puede fingirse, sólo se siente. El papel más importante del hombre es hacer sentir bien a la mujer, pero es indispensable que él también sienta y le inspira a su pareja la confianza plena para que ella exprese insatisfacción.
En caso de que la insatisfacción no exista, siempre se puede buscar ayuda con algún terapeuta sexual, medicamentos o terapia de pareja.
laredoaldia