En cualquier país del mundo, la empresa privada es el principal generador de empleo. Su actividad impulsa no solo el crecimiento económico, sino también el desarrollo social.
El crecimiento económico se fortalece cuando las empresas invierten, crean puestos de trabajo y facilitan la producción y transformación de materias primas, tanto locales como importadas, para satisfacer las necesidades de consumo de la población.
Además, la empresa privada sostiene e impulsa la incorporación de tecnología y la gestión eficiente, factores clave para mejorar la productividad y reducir los costos operativos. Estos avances se traducen en mejores salarios, mayor capacidad de consumo y una mejor calidad de vida.
Los países con mayores niveles de crecimiento económico y desarrollo social suelen ser aquellos donde la empresa privada es un actor determinante. Esto se refleja en sus elevados volúmenes de producción, transformación y comercialización; en su participación en el producto interno bruto; y en su contribución fiscal, que permite financiar el gasto público y garantizar el funcionamiento adecuado de las instituciones.
La empresa privada no solo mueve la economía: impulsa el futuro de una nación.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.
