Más de la mitad de los países latinoamericanos figuran entre los peor posicionados del primer Índice Internacional de Seguridad y Policía, que mide la eficiencia de los cuerpos policiales y el resultado en términos de seguridad ciudadana.
La investigación, que ha tomado dos años de mediciones y sondeos a la Asociación Internacional de Ciencias Policiales y al Instituto para la Economía y la Paz, señala que los países donde hay una democracia plena tienden a ser los que obtienen mejores resultados en seguridad interna. El índice está encabezado por Singapur, un país multiétnico con una gran estabilidad política y económica, y que desde su fundación, extrema la importancia al orden y a la seguridad interna. Todos los países ubicados en las primeras 20 posiciones son de Europa –a excepción de Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Japón–.
Por regiones, África subsahariana presenta los peores resultados, pero varios países latinoamericanos aparecen en la lista entre los países africanos. Venezuela es el peor posicionado al ubicarse en el lugar 119 de 127 países evaluados, en un índice que excluye a aquellos donde hay conflictos de larga duración. «La situación de seguridad interna en Venezuela se está degradando. Sabemos que es probable que la tasa de homicidios suba significativamente y pensamos que ahora es de 50 por cada 100.000 habitantes, lo que es increíblemente elevado», dijo a Efe el director de investigación del Instituto para la Economía y la Paz, Daniel Hyslop.
Solo un lugar por encima de Venezuela se encuentra México, donde el analista mencionó el fuerte aumento del crimen organizado como una de las principales manifestaciones de las deficiencias de los cuerpos de seguridad. «Los carteles perpetran secuestros y en ciertas ciudades hay casi impunidad total. En estas circunstancias aumenta el subregistro (de casos), pues la gente tiene miedo de denunciar», comentó.
Los otros países de la región que ocupan las peores posiciones en el ranking son Honduras (116), Bolivia (114), Paraguay (113), Guatemala (107) y Perú (105), todos esparcidos entre países de África subsahariana y por debajo de algunos en los que hay conflictos internos latentes como Birmania, o explícitos, como Yemen.
Colombia ocupa el puesto 96, República Dominicana el 95 y Brasil el 94 y son los otros países peor posicionados.
Hyslop explicó que los problemas relativos al Estado de Derecho y a la inestabilidad política generan espacios para la aparición o el avance del crimen organizado. “Los entornos muy volátiles e inestables incentivan la corrupción y el pago de sobornos a la policía», agregó el académico.
Además, explicó que cuando hay fuertes aumentos de las tasas de homicidio, así como la operación del crimen organizado, muchas veces las principales víctimas son los propios policías, que son impedidos de cumplir sus funciones plenamente», afirmó.
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