Un día te levantas y observas que la uña del pies no está igual que ayer, sino que presenta un color amarillento y engrosamiento en el área, lo que significa que probablemente hayas contraído un hongo, hecho que comienza a preocuparte.
Científicamente a este problema se le conoce como “onicomicosis“, el cual genera otros síntomas en la zona afectada como: olor fétido, fragilidad y cambio en la forma de las uñas, según describe Mayo Clinic.
Especialistas afirman que este problema es difícil de tratar y para ello indican tratamientos antifúngicos, y en casos más complicados recurren a extraer la uña.
Sin embargo, las personas también pueden hacer uso de tres gotas de aceite orégano y una cucharada de aceite de oliva, colocar los ingredientes en un frasco, luego revolverlos y finalmente el preparado aplicarlo en la uña afectada.
Fuente:elsumario