UNICEF condena enérgicamente el saqueo de suministros humanitarios vitales –destinados a salvar las vidas de niños y niñas desnutridos y a proporcionar atención sanitaria crítica a madres y recién nacidos– en el Hospital de Bashair, en Jabal Awlia, Jartum. El saqueo de suministros, entre los que había al menos 2.200 cajas de alimentos terapéuticos listos para el consumo, ha puesto en peligro la vida de más de 2.000 niños y niñas que padecen desnutrición aguda grave.
El suceso que ha tenido lugar en el Hospital de Bashair, una de las últimas instalaciones médicas operativas en Jabal Awlia, a las afueras de Jartum (la capital), ha agravado aún más la catástrofe humanitaria a la que se enfrentan los niños y las familias de la zona. Los suministros comerciales y la ayuda humanitaria llevan más de tres meses bloqueados debido al conflicto que se está desarrollando a lo largo de las rutas más importantes. Como resultado, hay una grave escasez de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales, además de miles de civiles atrapados en enfrentamientos activos. Más de 4.000 personas ya se han visto obligadas a huir dentro de Jartum.
“El robo de suministros vitales destinados a niños y niñas desnutridos es indignante y representa un ataque directo a su supervivencia”, afirmó la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Estos ataques desmedidos contra niños y niñas vulnerables deben terminar. Todas las partes deben respetar el derecho internacional humanitario, proteger a los civiles y garantizar un acceso humanitario seguro y sin obstáculos a las personas que necesitan ayuda”.
Jabal Awlia es también una de las 17 localidades que se enfrentan al riesgo de hambruna, según la última actualización de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases, por lo que la pérdida de estos suministros sería catastrófica para más de 100.000 niños y niñas que padecen desnutrición aguda. Los suplementos de hierro y ácido fólico saqueados estaban destinados a 6.000 mujeres embarazadas y lactantes. Los botiquines para matronas y los productos de atención primaria de salud robados habrían ayudado a más de 132.980 madres, recién nacidos, niños y niñas en una región donde el acceso a la atención sanitaria es extremadamente limitado.
UNICEF consiguió entregar estos suministros esenciales el 20 de diciembre de 2024, en el primer cargamento humanitario enviado con éxito a Jabal Awlia en más de 18 meses. La pérdida de estos suministros –sumada a la suspensión forzosa de las operaciones humanitarias debido al empeoramiento de las condiciones de seguridad– está precipitando aún más a los niños y niñas al borde de la catástrofe.
Sudán se enfrenta ya a una de las peores crisis humanitarias del mundo. Más de 24,6 millones de personas –más de la mitad de la población– sufren altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. Por si esto fuera poco, el colapso de los servicios sanitarios, el cierre de las escuelas para 17 millones de alumnos y alumnas y el número récord de niños y niñas desplazados han provocado una emergencia sin precedentes.
UNICEF reitera su llamamiento urgente para que se cumplan los siguientes puntos:
- Un acceso humanitario sin trabas para llegar a los niños y niñas y las familias que necesitan ayuda.
- La protección de hospitales y otras infraestructuras civiles en cumplimiento del derecho internacional humanitario.
- Garantías inmediatas de seguridad para los trabajadores de primera línea que prestan ayuda vital.
UNICEF mantiene su compromiso de prestar apoyo a los niños y niñas de Sudán y seguirá trabajando con sus aliados para restablecer el acceso a los servicios esenciales. Sin embargo, la financiación urgente y la mejora de las condiciones de seguridad son imprescindibles para poder mantener las operaciones y evitar más pérdidas de vidas humanas.