Con el permiso de su «hermano» el OnePlus 7 Pro, la firma china renueva sin demasiadas novedades el dispositivo, que introduce un mejor equipo de audio sin renunciar a la potencia
Uno de los principales problemas del OnePlus 7 es que puede ser eclipsado por el OnePlus 7 Pro. A esta bestia parda le han dedicado más esfuerzos en innovación. Y goza de más estímulos para ser muy mediático. Como unos padres primerizos, el primer nacimiento de un descendiente se suele vivir con mucha intensidad, con mucha incertidumbre. Y miedos. Es un período desconocido en el que se entra en una fase desconocida de aprendizaje. Con el segundo (o el tercero) no se produce esta situación aunque se viva con la misma ilusión. Los padres queremos a nuestros hijos por igual, eso que vaya por delante, pero la cosa cambia: se va sobre seguro, con más garantías de saber que lo vas a hacer mejor, aprendiendo de los errores.
Eso es algo parecido a lo que le sucede este año a OnePlus. La firma china ha depositado una gran ilusión (y esfuerzo) en el modelo más potente, el 7 Pro, que estrenaba muchas innovaciones como su cámara periscópica y un diseño que, aunque calcado del Samsung Galaxy S10, muy novedoso en su catálogo. Y eso ha provocado que, en parte, se deje de lado, al menos mediáticamente, a otro de sus acompañantes, el OnePlus 7. Un dispositivo con el que se mantiene fiel a sus principios.
Sin cambios notables, el teléfono móvil por fin cuenta con altavoces estéreo. Su potencia y experiencia es fantástica y digna de atención. Estéticamente supone una evolución bastante discreta de sus predecesores. Se parece como una gota, aunque se ha aligerado el «notch», la pestaña superior que alberga la cámara frontal. Ahora viene en forma de gota de agua y, con ello, se le dota de un cierto minimalismo. Su pantalla acaba en unas 6.4 pulgadas pero no resulta especialmente grande. No un mamotreto en la mano que sea ingobernable. Está en el tamaño máximo para unas manos pequeñas. En la mano, además, se siente bastante poderoso pero ligero a pesar de sus 182 gramos. Solo el empleo de ciertos materiales en su carcasa trasera puede enturbiar la experiencia porque se ensucia mucho.
La pantalla es de tipo OLED, que es una tecnología que casi se ha impuesto en la industria como sinónimo de calidad y de negros profundos. Algo maravilloso para ver vídeos de series y películas. Aunque hay usuarios que prefieren otras tecnologías como el tradicional LCD. Sufre un poco en la calle cuando le da mucho el sol. En cualquier caso, en líneas generales este terminal ofrece una buena visualización de los contenidos. Sí se puede echar en falta algo más de resolución (Full HD+) para captar más detalles.
Ficha técnica
Pantalla
6.41 pulgadas
Resolución
2.340 x 1.080 p.
Dimensiones
157,7 x 74,8 x 8,2 mm
Peso
182 gramos
Chip
Snapdragon 855
RAM
6/8 GB
Memoria
128/256 GB
Cámara
Dobble (48 + 5 MP con aperturas F1.7 y F2.4) y frontal de 16 MP con apertura F2.0.
Batería
3.700 mAh
SO
Android 9 Pie bajo Oxygen OS.
Precio
Desde 559 euros
El sistema de cámaras del móvil es sensacional, aunque se encuentra en el orden de lo conseguido por la marca. Está a la altura. Dos cámaras traseras, una principal compuesta por un sensor de 48 megapíxeles y una secundaria de 5 megapíxeles, consiguen imágenes fantásticas.
Sobre todo en situaciones de buena iluminación y con sistema HDR -alto rango dinámico- mejorado. En otras circunstancias como la noche o los detalles sufre algo más. La firma ha implementado un zoom de dos aumentos que rinde muy bien, pero no toca a la puerta de la innovación. Es lo que es. No tiene demasiadas pretensiones, pero lo que hace lo hacer bastante bien a pesar de no ser su punto fuerte.
ABC.es