Kristina Chesterman no podrá cumplir la lista de deseos que escribió en el instituto. El pasado mes de septiembre falleció atropellado por un conductor que, presuntamente, circulaba bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, una mujer de 64 años, que recibió el corazón de la estudiante de 21, honrará su memoria cumpliendo esa lista, recogen medios como el New York Daily News.
Los órganos donados por Chesterman, que se formaba para ser enfermera, sirvieron para salvar varias vidas, incluidos dos bebés, un amigo de la familia y a Susan Vieira, la mujer que asumió la tarea de cumplir los deseos de la joven tras descubrir su existencia por un artículo publicado en el «San Jose Mercury News».
En esa lista aparecen deseos universalmente compartidos como casarse, tener hijos y viajar, pero también otros menos convencionales, como montar en camello, aprender a pilotar un avión y salvar la vida de alguien. Ese último punto lo cumplió con creces, como puede dar fe Vieira, quien a su vez puede presumir de haber logrado muchos de esos sueños. Incluidos los de montar en camello y hacer volar un avión.
«Había tantos puntos que yo ya había logrado en esa lista. Era sospechoso», explicó la mujer, quien se puso en contacto con la madre de Kristina y sintió «una conexión inmediata», relató a KRCR TV.
Por otra parte, se ha puesto en marcha una iniciativa para constrir una clínica en Ozu Abam, Nigeria, siguiendo otro de los grandes sueños de Chesterman: ayudar a las personas más desfavorecidas de África. De ahí que la clínica vaya a llevar su nombre.
Abc.es