“Fue más vergonzoso que la final del 50”, señaló uno de los testigos de la otra gran catástrofe que sufrió el fútbol de Brasil en un Mundial: la derrota por 1 a 2 en el Maracaná en la final de la Copa de 1950. Gabriel Ferreira Da Silva tiene 89 años y no sale de su asombro por lo que vivió en la tarde de ayer junto a su mujer.
Testigo de la otra gran humillación del fútbol brasileño, Da Silva cree que la derrota de ayer fue la peor de la historia de su país y comparó la actuación de los arqueros de una y otra época. “Hablaron tanto de Barbosa que recibió dos, y ése de ahí recibió siete”, señaló.
Da Silva sólo tuvo una buena noticia aquella noche del Maracaná: fue allí, en esa fecha fatídica, donde conoció a su actual mujer y con quien también sufrió el encuentro con Alemania. Marylia Borba es su compañera en este tipo de catástrofes mundialistas desde hace 64 años, consignó el diario Folha.
Fanático de Botafogo, reveló que tiene entradas para el domingo, pero que seguramente no vaya a ver el partido final. “Tengo tickets para el domingo, pero no tengo voluntad de ir. ¿Por quién voy a simpatizar?”, reconoce Da Silva y agrega: “Sólo iría si jugase el Botafogo”, bromea al tiempo que añade que sólo lloraría por ese equipo brasileño y ya no por la selección.
Al terminar el partido con Uruguay y luego del “Maracanazo”, Da Silva tenía que ir a una fiesta, pero no estaba de ánimo. Fue así que le pidió a la mujer que estaba junto a él en las gradas ir a conversar. Al poco tiempo ya eran novios y a los dos años se casaron. Ahora, sufren al mismo tiempo los partidos de sus equipo favorito y el del seleccionado de Luiz Felipe Scolari. “No puedo creerlo”, sólo atina a agregar a la conversación Marylia respecto del 7 a 1, la eterna compañera de desgracias futbolísticas de Gabriel desde hace más de seis siglos.
Infobae