«Ningún país debería subestimar la determinación de EE.UU», ha dicho en un discurso en una base aérea cercana a Tokio
“Nunca cederemos, nunca flaquearemos y nunca cejaremos en la defensa de la libertad”. El presidente de EE. UU., Donald Trump ya se encuentra en Japón en la primera etapa de su gira por Asia. Y a su llegada ya ha tenido duras palabras contra el programa nuclear de Corea del Norte, uno de los asuntos que protagonizarán su viaje de doce días.
El primer acto de su estancia ha sido, simbólicamente, una visita a las tropas estadounidenses. Un recordatorio de que su país mantiene cerca de 80.000 soldados en la región. “Ningún dictador, ningún régimen, ningún país debería subestimar jamás la determinación de EE. UU.”, ha dicho en la base aérea de Yokota, en las afueras de Tokio, ataviado con una chaqueta de aviador.
El viaje asiático de Trump llega en una etapa de fuertes tensiones en torno al programa de armamento norcoreano, aumentadas tras la sexta prueba nuclear de ese país en septiembre y el lanzamiento de misiles que sobrevolaron territorio japonés. A esos actos se ha sumado el intercambio de retórica incendiaria entre Washington y Pyongyang: el presidente estadounidense ha amenazado con “destruir por completo” Corea del Norte si ese país amenazaba al suyo y se ha burlado de Kim Jong-un apodándolo “hombre cohete”. Una mofa a la que el líder norcoreano ha respondido calificándolo de “viejo chocho” y advirtiendo que le “domará con fuego”. La presencia en la región de tres portaaviones estadounidenses y las maniobras de bombarderos de este país en cielos de Corea del Sur han constituido los gestos más recientes.
En declaraciones a la prensa que le acompañaba en el avión presidencial Air Force One, Trump aseguró que “es un gran problema para nuestro país y para el mundo, y queremos resolverlo”, aunque no aportó más detalles. Tampoco aclaró si optará por declarar a Corea del Norte un país patrocinador del terrorismo, aunque indicó que la decisión se adoptará “pronto”. Podría ocurrir a lo largo de este mismo viaje.
Tras su parada en la base aérea, Trump ha almorzado con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, con quien mantiene una buena relación personal. En una atmósfera relajada, ambos han firmado sendas gorras con la inscripción “Donald y Shinzo hacen la alianza aún más grande”.
Parte del objetivo de la visita a Tokio es, precisamente, mostrar la unidad de Japón y Estados Unidos en su respuesta a la amenaza norcoreana. Abe acaba de ser reelegido en unas elecciones anticipadas en las que insistió en la necesidad de una respuesta firme a Corea del Norte.
Antes de comenzar su viaje, Trump quiso, quizás, subrayar esa posición de firmeza nipona – “Japón es una nación guerrera, y le digo a China y a cualquiera que me oiga, quiero decir, vas a tener un gran problema con Japón muy pronto si permites que esto continúe con Corea del Norte”, comentó en Fox News.
La consideración de Trump hacia el supuesto ardor guerrero nipón ha venido reiterada en una conversación previa del presidente estadounidense con líderes del sureste asiático, según publica el diario “Japan Times”. Según este medio, que cita fuentes diplomáticas, Trump opinó que, cuando los misiles norcoreanos sobrevolaron territorio japonés, Tokio debió haber abierto fuego contra ellos: “El presidente estadounidense dijo que no podía entender por qué un país de guerreros samurái no derribó los misiles”.
En uno de los actos más lúdicos de la gira, y como ya hicieron durante la visita del jefe de Gobierno nipón a Estados Unidos en febrero, Trump y Abe comparten este domingo una partida de golf, en la que iba a participar también el campeón Hideki Matsuyama. “Es el mejor jugador de la historia de Japón. Posiblemente su mayor celebridad… Es de veras un gran jugador, un gran atleta”, ha comentado Trump a la prensa.
La etapa japonesa de la gira se completará el lunes, además de una cumbre entre ambos mandatarios, con una visita al emperador Akihito y una reunión con las familias de los ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte en la década de los ochenta. Le seguirán paradas en Corea del Sur, China -el plato fuerte del viaje-, y Vietnam y Filipinas para participar en cumbres regionales.
El País