Espaciar las relaciones sexuales, sólo apaga el deseo y hace que cada vez sea más difícil disfrutar. Así que no dejes que eso pase.
Hacer planes en común y satisfacer todas aquellas pequeñas o grandes cosas que la pareja desea.
Desarrollar las fantasías de la otra persona (siempre y cuando ambos estén de acuerdo).
Animar al otro en su desarrollo personal aumenta el optimismo, las ganas de hacer cosas y también el deseo sexual.
Hablar de sexo con la pareja con la misma naturalidad y empeño que del resto de asuntos de la vida en común.
Fuente:Actitud Femenina