Almighty, uno de los «traperos» puertorriqueños más cotizados, dice que apuesta a este moderno género urbano, pues según él, «era lo que necesitaba la música» para rejuvenecer la industria musical y obtener mayores seguidores.
«El trap es lo que a quedarse. Es algo que necesitaba la música, el nuevo sonido de la música urbana», aseguró a Efe este joven de 22 años nacido en Cuba de padres cubanos, pero residente en Puerto Rico desde los cinco años, por lo que se considera puertorriqueño.
Junto con Bad Bunny, Bryant Myers, Anuel o Noriel, Almighty conforma un grupo de conocidos traperos boricuas que han logrado éxito mayormente publicando sus interpretaciones en las redes sociales, y en las que cuentan con millones de seguidores, a pesar de que su lírica es de alto contenido sexual.
«Hay canciones que pueden ser sucias y machistas, pero no lo puedes catalogar de esa manera, porque es variado. El trap es música, pero el contenido es distinto», defendió el género Alejandro Mosqueda Paz, nombre verdadero de Almighty.
Almighty contó que sus inicios en la música comenzaron cuando emprendía un grado asociado en ingeniería de sonido, en los que dijo que «aprendí muchas cosas», pero lo dejó «porque no le convencía» para sus planes profesionales.
Por ello, empezó a componerle canciones a otros artistas, pero a través de un amigo que conocía al reguetonero puertorriqueño Farruko, quien entonces se interesó en sus composiciones, lo llamó «y desde entonces todo cambió».
Fue entonces que a través del tema «Panda» junto a Daddy Yankee, Cosculluela y Farruko que la carrera de Almighty detonó grabando también con el merenguero Elvis Crespo, el reguetonero colombiano Maluma y el boricua Pusho. Junto a Crespo, grabó el tema «Veo, veo».
Sobre su participación con Crespo, Almighty dijo que «fue impresionante porque desde niño sigo su música».
EFE
Por Confirmado: Oriana Campos