El fabricante japonés Toyota Motor lanzó este miércoles la segunda generación de su vehículo Mirai de pila de hidrógeno, con mejoras en la eficacia del combustible y autonomía.
La renovación del Mirai, una berlina cinco plazas, cuenta con tres tanques de combustible de hidrógeno que le permite recorrer hasta 850 kilómetros sin repostar, aproximadamente un 30 % más que el modelo original de cuatro plazas y dos tanques, lanzado en 2014.
El lanzamiento de la segunda generación del Mirai se engloba en la estrategia de Toyota de promocionar los vehículos eléctricos de células de combustible (FCV, por sus siglas en inglés), dentro de los que quiere aumentar su capacidad de producción a alrededor de 300.000 unidades al año.
El nuevo Mirai «marca un punto de partida para el uso generalizado del hidrógeno» como combustible, dijo el director de Tecnología y máximo responsable del Centro de desarrollo de vehículos de Toyota, en declaraciones recogidas hoy por la agencia de noticias Kyodo.
Estas berlinas se caracterizan por no emitir dióxidos de carbono ni contaminantes a la atmósfera, pues de su tubo de escape solo sale vapor de agua, producto de la reacción entre hidrógeno y oxígeno.
Los FCV usan el hidrógeno como fuente de energía para generar, dentro de la pila de combustible, la electricidad necesaria para alimentar el motor eléctrico, por lo que se postulan como una alternativa ecológica a los vehículos de gasolina y diésel.
La implementación generalizada de este tipo de vehículos sigue contando, no obstante, con obstáculos como una gama limitada y una red relativamente pequeña de estaciones de servicio de hidrógeno.
Son numerosos los fabricantes mundiales de la industria automotriz que están apostando por los modelos de pila de combustible, en un momento en el que las regulaciones medioambientales en este campo se están endureciendo a nivel global para reducir emisiones.
El propio primer ministro japonés, Yoshihide Suga, ha fijado el objetivo de lograr la descarbonización de Japón para 2050, la misma meta que persiguen la Unión Europea y el Reino Unido.
EFE