La extensa y prolífica carrera interpretativa que ha hecho de TomCruise uno de los grandes mitos del séptimo arte se debe principalmente, en opinión del propio actor, al hecho de que lleva casi tres décadas aplicando en su díaa día los postulados y creencias de la Iglesia de la Cienciología, a la que acredita como responsable de la rectitud moral y profesional que le define desde hace años.
“Es algo que me ha ayudado a centrarme en la vida, he sido parte de la Cienciología desde los últimos 30 años y tengo que decir que no habría llegado tan lejos a nivel profesional si no se hubiera cruzado en mi camino. Me siento muy orgulloso de contar con ella”, afirmó el actor al canal británico ITV.
Por si eso no fuera suficiente, el intérprete también atribuye a las lecciones tan prácticas que le ha aportado este culto -fundado por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard en 1953 en Nueva Jersey- el hecho de que su condición de disléxico no le impidió finalmente aprender a leercorrectamente, un logro que jamás habría alcanzado en el sistema educativo laico.
“A los siete años me diagnosticaron dislexia y aquello lo viví como una afrenta a mi dignidad. Me pregunté si era normal o era un idiota. Intentaba concentrarme pero sufría ansiedad, frustración yaburrimiento. Cuando acabé el instituto en 1980 seguía siendo un analfabeto funcional”, rememoróCruise en una entrevista a la revista XL Semanal, antes de añadir “nadie me dio nunca una solución al problema y quería saber por qué el sistema [educativo] había fallado. Ya siendo adulto aprendí aleer perfectamente gracias al método de L. Ron Hubbard”, aseguraba la estrella de Hollywood, cuya primera toma de contacto con este colectivo vino a través de su entonces mujer Mimi Rogers.
Aunque Tom Cruise se ha convertido en el representante más famoso de la Cienciología, lo que le ha llevado a recorrer buena parte de Estados Unidos para tratar de captar nuevos feligreses a través de discursos en los que difunde con entusiasmo las teorías existencialistas y filosóficas de esta pseudoreligión, parece que su devoción ha jugado un papel clave en algunos de sus fracasos sentimentales más sonados, ya que sus fallidos matrimonios con Nicole Kidman y Katie Holmes se habrían derrumbado precisamente, y entre otras razones, por su excesiva implicación en tan intensas ‘labores pastorales’.
El Espectador