La Casa Blanca acusó el domingo al gobernador de Texas, Greg Abbott, de poner en peligro la vida de los migrantes, después de que llegasen buses fletados a la puerta de la residencia oficial de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.
“El gobernador Abbott abandonó a niños en el arcén de la carretera a temperaturas bajo cero en Nochebuena sin coordinarse con ninguna autoridad federal o local“, criticó un portavoz de la Casa Blanca, Abdulá Hasan, según reportó la cadena CNN.
El portavoz de la Administración Biden señaló que el presidente está “dispuesto a trabajar con cualquiera, ya sea republicano o demócrata, en soluciones reales, como la reforma migratoria integral y las medidas de seguridad fronteriza”.
“Pero estos juegos políticos no logran nada y solo ponen vidas en peligro“, criticó, calificando la medida de “cruel, peligrosa y vergonzosa”.
Desde hace ocho meses
Al menos tres buses con migrantes —de Ecuador, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Perú y Colombia— llegaron este sábado a la residencia de la vicepresidenta. En septiembre Abbott envió también dos autobuses con migrantes a la residencia de Harris.
Además, otros gobernadores republicanos han trasladado a migrantes a ciudades gobernadas por los demócratas en distintos puntos del país en los últimos meses.
La Red de Ayuda Mutua de Solidaridad con Migrantes de Estados Unidos, que llevó a los migrantes a una iglesia cercana para recibir ayuda, criticó que “esto no es nuevo, ha estado sucediendo durante ocho meses”.
Esta medida, además, se produce cuando Estados Unidos ha registrado durante los últimos días un temporal invernal caracterizado por fuertes nevadas, vientos y temperaturas mínimas, que ha causado la muerte de decenas de personas —más de una treintena por el momento— y ha dejado a miles de vecinos sin electricidad, coincidiendo con las celebraciones de Navidad.
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