Suiza rechaza masivamente en referéndum cambiar su servicio militar masculino obligatorio

Suiza rechaza masivamente en referéndum cambiar su servicio militar masculino obligatorio

Los ciudadanos suizos rechazaron este domingo en referéndum cambiar el actual servicio militar en el país, obligatorio para los hombres, por otro «ciudadano» en el que también fueran convocadas las mujeres y que incluyera labores fuera de la seguridad, como la protección climática o la prevención de desastres.

Un 84 % de los votantes dijo «no» a esta propuesta, según los datos provisionales con 25 de los 26 cantones del país totalmente escrutados.

La iniciativa buscaba «extender la noción de seguridad a otros dominios como la protección del clima, la seguridad alimentaria o la asistencia», pero Gobierno y el fragmentado Parlamento (los conservadores tienen el 31%; socialistas, el 20%; liberales y democristianos, 14% cada uno) habían pedido votar contra ella, argumentando que el ejército y los cuerpos de protección civil juegan un papel central en la seguridad nacional.

‘Por una Suiza que se integra’

Los promotores -la organización ‘Por una Suiza que se integra’- defendían que Suiza no está sólo amenazada en el ámbito militar sino también por ciberataques, riesgos de escasez energética o desastres climáticos como el deslizamiento de tierra que este año destruyó un pueblo entero en un valle alpino del país.

También presentaban el nuevo servicio como una forma de combatir el creciente individualismo de la sociedad, mediante actividades solidarias en común.

Gobierno y Parlamento se mostraron en contra de la iniciativa argumentando que duplicar el número de alistados al servicio militar u otros alternativos, de los 35.000 actuales a los 70.000, excedería las necesidades del país.

Servicio militar obligatorio desde el siglo XIX

También duplicaría los costes derivados de seguros sociales e indemnizaciones por no trabajar hasta casi 2.000 millones de francos (unos 2.100 millones de euros).

La iniciativa contemplaba incluso la posibilidad de que la extensión del nuevo servicio se extendiera a personas sin la ciudadanía suiza, si el Parlamento nacional así lo decidía.

En Suiza el servicio militar para los hombres es obligatorio desde el siglo XIX, aunque actualmente se les permite elegir entre las fuerzas armadas o la protección civil.

Los objetores, cuyo número va en aumento, pueden optar por un servicio civil de mayor duración, o pagar una tasa de exención que se deduce de sus ingresos anuales durante años.

Ocho meses de servicio militar

Los jóvenes suizos en servicio militar pasan unas 18 semanas en una escuela de reclutas, y en los siguientes años tienen que cumplir cursos de actualización de algo más de dos semanas, hasta acumular un total de unos ocho meses de servicio militar.

Las mujeres suizas pueden también cumplir el servicio militar o su alternativa en protección civil, aunque en su caso a título voluntario.

El sistema está muy arraigado y muchos lo consideran parte de la identidad nacional de Suiza.

Francia, servicio militar voluntario

El desafío que la iniciativa planteó al servicio militar helvético llegó en un momento en que la sensación de inseguridad ante amenazas exteriores ha aumentado en muchos países europeos, también en Suiza, desde la invasión rusa de Ucrania.

Este en temor está detrás de iniciativas como la que en la vecina Francia ha abanderado el presidente francés Emmanuel Macron, quien esta misma semana anunció la creación de un servicio militar voluntario de 10 meses a partir del próximo verano para jóvenes entre 18 y 19 años.

En un primer momento se incorporarán al servicio militar voluntario 3.000 jóvenes, que deberían aumentar a 10.000 en 2030 y, «en función de la amenaza», 50.000 en 2035, según dijo el jefe del Estado francés.

Los suizos rechazan en referéndum un impuesto del 50 % para las herencias más altas

Un 78,2 % de los votantes suizos rechazó este domingo en referéndum crear un impuesto del 50 % para todas las herencias y donaciones superiores a los 50 millones de francos (53 millones de euros), pensado para gravar a las grandes fortunas con el fin de recaudar más fondos para la lucha contra el cambio climático.

La iniciativa, impulsada por el ala juvenil del Partido Socialista suizo, no logró el apoyo en ninguno de los cantones del país, según el escrutinio final.

Un Parlamento muy repartido entre conservadores, socialistas, liberales y democristianos, así como el Gobierno de coalición que forman, habían recomendado votar en contra de este nuevo impuesto, ante el temor de que anime a las grandes fortunas a salir del país.

Actualmente no hay impuesto de sucesiones y donaciones a nivel federal, aunque sí en casi todos los cantones del país, con porcentajes que varían mucho en función del lugar pero que con frecuencia eximen de su pago a cónyuges y descendientes directos.

Habría afectado a unos 2.500 contribuyentes en Suiza

Con un impuesto así, señalaban sus impulsores, «se lucharía contra la crisis climática de manera socialmente justa y se permitirá la transformación de toda la economía necesaria para ese objetivo».

Se calculaba que este nuevo impuesto, sin exención para cónyuges y descendientes ni para donaciones a instituciones públicas y organizaciones, habría afectado a unos 2.500 contribuyentes en Suiza con fortunas estimadas en más de 50 millones de francos.

Aunque sobre el papel se preveía que con él aumentaran los ingresos fiscales, según distintos cálculos, entre los 4.000 y los 6.000 millones de francos anuales (4.200-6.400 millones de euros), la Hacienda nacional advirtió que a medio plazo podría conllevar pérdidas por la temida salida del país de grandes fortunas.

También alertaba de que «el nuevo impuesto podría disuadir a otras de instalarse en Suiza», lugar escogido durante décadas por magnates, artistas de renombre y personalidades de otros países para establecerse.

Los defensores de la iniciativa aseguraban que sólo las 300 fortunas más ricas del país suman un patrimonio de casi 900.000 millones de euros, casi equivalente al PIB nacional, y que en un 80 % de los casos proceden de herencias.

Además, señalaban, «esos millones heredados causan grandes daños a través de inversiones perjudiciales del medio ambiente, jets privados, yates, y con la compra de poder e influencia política».

«Un ‘superrico’ suizo produce en pocas horas más dióxido de carbono que otra de nivel medo en toda su vida», afirmaban, y añadían que mientras las emisiones por habitante se han reducido de forma constante en los últimos 30 años, han crecido un 30 % entre los poseedores de las mayores fortunas. EFE

Comparte esta noticia: