El repaso trimestral de Sony vuelve a traer malas noticias, ya que el fabricante ha confirmado que ha cuadruplicado sus pérdidas esperadas para el próximo año financiero, y todo se debe básicamente por sus teléfonos Xperia.

El gigante ya redujo sus pronósticos de ventas en julio, sin embargo, parece que una revisión interna en la familia de smartphones ha provocado un cargo por deterioro que alcanza los 180 millones de yenes (1.700 millones de dólares). Si en un principio el objetivo era «lograr un crecimiento significativo de las ventas», ahora el fabricante dedicará sus esfuerzos a reducir los riesgos y volatilidad, y conseguir ganancias más estables. Para ello comenzarán con nuevas estrategias que dependerán de la región, prestarán atención a la gama Premium y reducirán el número de terminales de gama media. Ya veremos si en el próximo periodo tenemos mejores noticias.

Fuente: Engadget