Las grabaciones que escuchamos a diario -sobre todo la música que reproducimos desde diferentes dispositivos-, poseen una característica que puede diferenciar la forma en la cual las percibimos. La dirección o direcciones de las que proviene el sonido determina la forma en la que lo recibimos y nuestra experiencia auditiva.
La experiencia auditiva siempre se encuentra marcada por el tipo de reproducción del audio y, este último, dependerá del estilo de grabación utilizado por los especialistas en la materia, así como de la mezcla de audio que se realizó con dicha grabación. Entre las diferentes clasificaciones que se le puede dar al sonido, existen dos, excluyentes entre sí, que pueden determinar la forma en la que percibimos cualquier sonido.
Estas dos clasificaciones son: sonido estéreo y sonido mono. Ambas están relacionadas con la forma en la que llega el sonido al receptor y las diferentes sensaciones que pueden hacer surgir en él.
Específicamente, el sonido estéreo, también conocido como estereofónico, consiste en la reproducción de sonido mediante dos o más canales de audio independientes, buscando dar la sensación al receptor o receptores de un sonido “natural”; es decir, de un sonido que viene de varias direcciones como cotidianamente es percibido por los oídos desde el ambiente que nos rodea.
En cambio, el sonido mono, llamado también monofónico o monoaural, está conformado por un solo canal de audio, que en su mayoría se encuentra enfocado hacia la totalidad del campo sonoro; en otras palabras, este se transmite mediante un único canal, en una sola dirección, produciendo un sonido “plano”, sin movimiento o dinamismo envolvente en su percepción.
En el caso de las grabaciones de los diferentes audios, estas se hacen en su mayoría pensando en cuál de las dos formas serán reproducidas. En el caso del sonido estéreo, la señal se graba con un “par estéreo”, es decir, una pareja de dos micrófonos iguales, para que así, al escuchar la grabación, por la izquierda logremos oír la grabación de un micrófono y por la derecha la del otro.
Si hablamos de sonido mono, la señal es grabada con un solo micrófono, resultando que, al escuchar la grabación con audífonos o cornetas, la señal se duplica y oímos lo mismo, tanto por la izquierda como por la derecha. Resultando en un audio plano, sin movilidad, que no se asemeja a la realidad de cómo nuestros oídos perciben el sonido.
Además de afectar la forma en la que el oyente recibe los sonidos, la calidad del audio está directamente relacionada con el tipo de grabación/reproducción. Es por esto que actualmente el sonido monofónico ha sido casi completamente reemplazado por el sonido estereofónico, gracias a que la calidad del segundo es tremendamente superior que la del primero.
Un dato curioso, es que los archivos de audio digitales en estéreo pesan el doble que los monos, es decir, que ocupan mayor espacio en la memoria de tu dispositivo. El archivo estéreo contiene dos pistas, una para la reproducción izquierda y una para la derecha, mientras que el archivo mono solo contiene una pista que sale por todos los canales.
Al ser unos conceptos referentes a la parte auditiva, los contextos pueden ser explicados; pero es con sonido que realmente son comprendidas estas explicaciones. Es por esto que te dejamos un video para que puedas conocer de primera mano lo que es realmente ‘sonido mono vs. sonido estéreo”:
Cuando escuchamos la comparación de ambos tipos de audio, realmente podemos apreciar la diferencia entre los mismos, así como las variaciones de calidad y sensaciones producidas.
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