Sardinella aurita


 Desde el 7 de diciembre de 2017 el régimen se dio cuenta de que las sardinas necesitan el fin de semana de descanso. Pero fue hasta hace dos días, casi dos años después, cuando el ministro de Pesca y Acuicultura decidió recordarle a los pescadores la necesidad de dejar que la Sardinella aurita tenga dos días de receso nadando libre en el mar.

 

 

Pareciera un asunto de realismo mágico. Pero existe una resolución del despacho ministerial del régimen, la número 043-17, publicada en la Gaceta Oficial N° 41295, que indica que solo está permitido pescar sardina de lunes a viernes. Está prohibida la actividad sábado y domingo.

 

 

Esta medida no tiene nada que ver con el tiempo de veda, que se establece también en el instrumento legal, que comienza el 15 de diciembre y se extiende hasta el 15 de marzo. Los fines de semana serán de esparcimiento para el “recurso hídrico”, como llama a los pobres pecesitos este régimen, tan dado a los eufemismos.

 

 

El consumo de sardinas ha aumentado indudablemente, pues es un alimento de bajo costo y con un elevado aporte en nutrientes. La población de más bajos recursos recurre a este pescado por esas razones y además porque rinde mucho. Pero pareciera que el ministro de Pesca no está al tanto de esta realidad, pues en su red social Twitter hace poco les recordó a los pescadores que dejaran de sacarlos del mar.

 
 

“#ATENCIÓN al pueblo pescador se le informa que queda prohibida la pesca de la especie #Sardina los días sábados y domingos con la finalidad de preservar la fauna marina y no afectar la explotación de especies que mantienen un equilibrio natural favorable para el comercio”, afirmó.

 

 

¿Cuál será la base científica para limitar la pesca a solo cinco días de la semana? La gente tiene hambre también sábados y domingos. Si hay realmente razones para esta prohibición, deberían aclararlo, pero sobre todo, deberían ofrecer alternativas a los cientos de venezolanos que cubren sus necesidades proteicas con esta especie.

 

 

Podría pensarse que se trata de evitar la sobreexplotación de este pescado, pero entonces la duda surge si se toma en cuenta que la Gaceta Oficial fue publicada hace dos años. ¿Qué pasó con las sardinas desde entonces? ¿Se tomaron las previsiones para hacer respetar la norma o se están recordando en este momento?

 

 

Lo cierto es que si insisten en esta prohibición, el resultado será que aumentará el precio de la sardina y el perjudicado, una vez más, será el venezolano.

 

Editorial de El Nacional

 

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