Sadio Garavini: Geopolítica y América Latina

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Sadio Garavini: Geopolítica y América Latina

 

 

En cuanto al retorno de las esferas de influencia, el eminente profesor de Harvard Graham Allison sugiere que, en un mundo multipolar, el sistema internacional sería más estable y pacífico

La balanza del poder mundial ha cambiado, el “momento” unipolar, iniciado al final de la Guerra Fría, en el cual EEUU era la única superpotencia con preeminencia en todas las dimensiones del poder se acabó. Retornan con furia la Historia, la geopolítica y las esferas de influencia. Con el auge de China, el resurgimiento de Rusia y el crecimiento de la India, entre otros, ya estamos en un mundo multipolar.

El renovado auge de la Geopolítica disminuye la relevancia relativa en la política internacional, del multilateralismo, el Derecho Internacional, la defensa de los Derechos Humanos, la democracia y en general los valores morales.

Retorna el interés en los padres de la geopolítica: Mackinder, Mahan, Spykman y Haushofer, el maestro geopolítico de Hitler, recuerden el concepto del “lebensraum”, el espacio vital para Alemania.

En efecto, en la crisis de Ucrania, es relevante recordar que, para Rusia, la Guerra Fría terminó con una verdadera catástrofe geopolítica. Perdió, sin disparar un tiro, todo lo conquistado desde Pedro el Grande, Catalina la Grande y Stalin.

Recordemos también que Rusia sufrió, desde occidente, la invasión de Suecia en el 700, la de Francia en el ‘800 y, dos veces en el ‘900, de Alemania. Para Rusia la “profundidad geográfica” de su territorio ha sido fundamental en su defensa frente a los ataques desde occidente.

Además, para Rusia, desde el punto de vista cultural e histórico, Ucrania forma parte del llamado Rusky Mir, el mundo ruso. Una parte de los ucranianos son de habla rusa. La OTAN, después de la Guerra Fría, se amplió no sólo a países ex satélites de la URSS, sino a también a territorios que formaron parte de la propia URSS, como los Estados Bálticos.

Es comprensible que, para Rusia, la posibilidad de que Ucrania ingresara a la OTAN, fue vista como una amenaza grave a su seguridad. Sin embargo, Rusia hubiese podido fácilmente impedir el ingreso de Ucrania a la OTAN, con la simple amenaza de una posible acción de fuerza y el ejercicio de una diplomacia coercitiva inteligente.

En realidad, la invasión de Putin tenía el objetivo de ocupar toda Ucrania, no sólo impedir el ingreso a la OTAN y recuperar las regiones orientales de mayoría cultural rusa. Recordemos que también Hitler utilizó el tema de la minoría alemana de los Sudetes para ocupar toda Checoslovaquia.

En cuanto al retorno de las esferas de influencia, el eminente profesor de Harvard Graham Allison sugiere que, en un mundo multipolar, el sistema internacional sería más estable y pacífico, si Estados Unidos aceptara la realidad de nuevas esferas de influencia para las grandes potencias.

Influyentes académicos, como Walter Russell Mead, advierten que la creciente presencia de Rusia, China e Irán en América Latina, se está convirtiendo en una seria amenaza de seguridad nacional para los EEUU y que una vigorosa política hacia el hemisferio reunifica los halcones, los aislacionistas y los que Russell llama “restrainers”, aquellos que desean reducir la acción internacional de los EEUU. Todos están de acuerdo en el resurgimiento de la Doctrina Monroe, nos dice Russell.

El también Profesor de Harvard y especialista en asuntos militares, Stephen Rosen, en un reciente artículo en Foreign Affairs: “A better way to defend America” afirma que los EEUU necesitarán mantener fuerzas navales y aéreas en el hemisferio occidental para hacer cumplir un nuevo tipo de Doctrina Monroe. Una parte crucial de esta presencia será para evitar que los adversarios establezcan posiciones militares en el hemisferio occidental. Ciertamente vivimos en un mundo peligroso.

 

Sadio Garavini Di Turno
@sadiocaracas  

 

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