Desde siglos pasados a los europeos les colocaban sus nombres en honor a los santos católicos, esto para reafirmar su fe cristiana o para agradecerles por algún favor o situación. El Onomástico es, según la Real Academia Española (RAE), el día en que una persona celebra su santo.
El Onomástico entonces, es el día en que la persona realiza una festividad en honor al santo del cual se le puso el nombre. Es completamente diferente al cumpleaños de la persona y normalmente no se celebran el mismo día.
Los Onomásticos se celebran el día del santo. Por ejemplo las mujeres llamadas Rosa celebran su onomástico el día de Santa Rosa de Lima, los llamados Pedro celebran su onomástico el día de San Pedro y así sucesivamente, indiferentemente si nacieron ese día o no.
A pesar de ser una costumbre antigua, en algunos lugares como Cataluña, la felicitación del santo se conserva y socialmente es tan importante como un cumpleaños. Se realizan celebraciones, comidas y fiesta año tras año a fin de mantener esta costumbre y al mismo tiempo elogiar a su santo y a su fe.
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