La grasa abdominal, además de ser antiestética, implica un riesgo para tu salud. Generalmente sueles acumular esta grasa en caderas, glúteos y vientre, lo que aumenta el riesgo de padecer presión alta o hipertensión, enfermedades del corazón y diabetes.
En la era del hombre primitivo, la grasa se acumulaba alrededor de la cintura para que el hombre pudiera cazar y correr, pero actualmente existe un sobreconsumo de alimentos ricos en grasa que propician que esta área te haga enfermar.
Ronald Goldberg, médico y profesor de la División de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, le explicó lo siguiente a El Nuevo Herald: “Cuando la grasa aumenta en el área abdominal, los tejidos se estresan a tal extremo que se inflaman”, explica Goldberg. “Cuando es pasajera, desaparece y regresa a la normalidad. Pero cuando es constante, resulta crónica porque daña el tejido”.
Tu vientre y salud en general será más saludable si evitas esta condición, pues si no lo haces, la grasa abdominal produce hormonas y sustancias químicas llamadas citosinas, las cuales desarrollan resistencia a la insulina y desemboca en diabetes. En el caso de los hombres, su energía, al igual que su libido, disminuye.
¿Cómo lucir un vientre plano?
Te somos francas, eliminar la grasa del abdomen no es fácil y requiere de mucho esfuerzo, además de disciplina, para obtener buenos resultados. Asume el reto para demostrarte a ti misma que es posible. Basta con poner dedicación, cuidar lo que comes y cumplir con una rutina de ejercicios como esta que te da la bloguera Paty Jordan. ¡Haz un espacio en la sala, ponte los tenis y dedícate a mover el cuerpo!
Además de seguir esta rutina de cardio intenso de 25 minutos, te damos otros consejos que no fallan:
1. NO te saltes el desayuno. La primera comida del día es la más importante porque desde el punto de vista fisiológico interrumpe un periodo de ayuno prolongado; es decir, las horas de descanso. Durante la noche, las funciones de las células cerebrales se “duermen”, lo que hace que al día siguiente requieran de un aporte energético importante para reactivarse.
En tu desayuno no pueden faltar minerales como el hierro, zinc y el calcio. Y los puedes conseguir al combinar alimentos como lácteos, cereales, pan y frutas de diversos colores que en conjunto representan el 30% de los nutrientes que necesita el organismo para funcionar.
2. Toma un vaso de agua con limón luego de despertar. Esta bebida funciona para adelgazar, te mantiene hidratada, limpia el hígado y evita el estreñimiento, entre otros beneficios.
3. El ejercicio que realices hazlo preferiblemente antes del desayuno, ya que a esta hora no has ingerido ninguna caloría y tu cuerpo usará aquellas que se han almacenado como combustible.
4. Después de cumplir con la actividad física, descansa e ingiere un desayuno rico en fibra. Entre algunas de las opciones están: panqueques con avena, ensalada de frutas, cereal con frutas, batido de avena, peras, aguacate, pan de trigo integral, entre otros.
5. Para la cena come algo ligero al menos tres horas antes de ir a la cama. Al hacerlo con tiempo, les das la posibilidad al organismo de hacer la digestión correcta porque mientras descansas el metabolismo no se activa y evita que quemes calorías.
Siempremujer
Por Confirmado: Gabriella Garcés