Acojo con entusiasmo la iniciativa de la Cátedra Libre de Estudios de la Mujer Teresa de la Parra, en la UCAB, espacio académico para estudiar, difundir y promover la equidad de género, de realizar un foro sobre la vida y obra de una venezolana excepcional, a quien conocí de cerca y puedo considerar mi amiga, la profesora Mercedes Pulido de Briceño.
Me invitaron a participar y ¿cómo no aceptar? Se trata de un interés que comparto. En el Instituto Fermín Toro antes y ahora en la Cátedra Andrés Bello de Ética Cívica, promovimos un grupo de trabajo Mujer que realizó foros interesantísimos recogidos en un libro La Mujer Venezolana: Constructora de Paz y Progreso que ya va por dos ediciones y con él, organizamos clubes de lectura.
En la línea de reflexionar sobre la historia y la experiencia de las mujeres venezolanas, decidieron comenzar por Mercedes, licenciada en psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, un campus imponente que sin embargo me impactó menos que nuestra Ciudad Universitaria de Villanueva, con postgrados en París y en Chicago. Docente en la casa de Montalbán antes en la histórica esquina de Jesuitas, también lo fue en la Escuela de Estudios Políticos de la UCV y en la Universidad Simón Bolívar
Los méritos de esa mujer de aguda inteligencia y activa imaginación, sensibilidad y vocación social que fue Mercedes Pulido, abundantes y reconocidos, tuvieron un compañero inseparable y comprensivo en su esposo, el ingeniero Wenceslao Briceño, a quien ella llamaba “Wences”, un tipo sumamente grato, de sencillez y talento naturales que recuerdo con afecto.
Mercedes tenía casta de servidora pública. Puede decirse que la vocación por lo público le venía en la sangre. Su padre, el médico Manuel Antonio Pulido Méndez, dos veces exilado por dos dictaduras, la de Gómez y la de Pérez Jiménez, ejercida ésta última en nombre de las Fuerzas Armadas lo que hizo mella en el respeto que por esa institución tienen los venezolanos, como se percibió después del 23 de enero. En la apertura a partir de 1936 fue nada menos que Presidente (gobernador) del estado Táchira.
Posteriormente Rector de la Universidad de los Andes. Ejerció en el servicio diplomático a partir de 1958 como embajador de Venezuela ante la Santa Sede y ante el gobierno de Francia. En su destierro mexicano, el doctor Pulido Méndez hizo amistad con José Vasconcelos el notable pensador y educador oaxaqueño, Secretario de Educación de dos presidentes y rector de la UNAM. Su tío Monseñor José Rafael Pulido Méndez obispo de Maracaibo y de Mérida, también fue diputado a la Asamblea Nacional
Constituyente de 1947, notable orador con intervenciones en los debates tan sustantivas como combativas. Más atrás tienen a Manuel Antonio Pulido, héroe de la Independencia muerto en el ostracismo tras la caída de la denominada segunda República.
Sin dejar su trabado profesoral, Mercedes trabajó en Cordiplán, durante el primer gobierno de Rafael Caldera, uno de cuyos signos distintivos fue la Promoción Popular tan cara a Arístides y Adelita Calvani. Allí fue Coordinadora de Desarrollo de la Comunidad, a cargo de los programas de autoconstrucción, escuelas rurales y organización social.
Pasó con éxito la prueba de gobernar. Ministra dos veces de dos presidentes distintos. En 1979, Luis Herrera Campíns designó por primera vez una ministra especialmente dedicada a la mujer, con el título de Ministra de Estado para la Participación de la Mujer en el desarrollo. Con apoyo del Presidente, inteligencia y tacto, impulsó la reforma del Código Civil, vieja aspiración por la que lucharon otras distinguidas venezolanas, la Ley de Adopción y el Bono Alimentario, una propuesta de subsidio familiar que encalló en los arrecifes de la pequeña política. En 1994, Caldera de nuevo Presidente, la designa Ministro de la Familia, cargo que ocupa hasta 1996. Deja el Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y la Familia y la expansión de los multihogares y hogares de cuidado diario.
Sus responsabilidades internacionales incluyen representar al país en diversas conferencias y su escogencia por el secretario General de la ONU Javier Pérez de Cuellar como Sub secretaria adjunta ONU para el Desarrollo Social y Participación de la Mujer. Entre 1984 y 1989, fue miembro de la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE).
Como trabajamos juntos en el gobierno Herrera, volvimos a hacerlo en el Congreso. En 1988, Mercedes fue electa Senadora por el Distrito Federal. Para que se entienda lo que significaba encabezar la lista socialcristiana por Caracas, sépase que sus antecesores fueron Don Pedro del Corral, presidente vitalicio del partido, el líder sindical Dagoberto González y Rafael Alfonzo Ravard, notable estadista que condujo la CVG y PDVSA. En la responsabilidad de representar se luce de nuevo con sus trabajos en la Ley sobre violencia familiar y la Ley aprobatoria de la Convención de los Derechos del Niño, base de la LOPNA.
Fue un honor conocerla y servir a su lado.
Ramón Guillermo Aveledo









