-Tener cuenta en el banco donde se va a solicitar el crédito, con por lo menos tres meses de antigüedad (en la mayoría de instituciones).
– Recibos de servicios locales, como luz o teléfono.
– Certificación de ingresos en caso de ser trabajador independiente.
– Constancia de trabajo y RIF de la empresa donde labora, si es asalariado.
– Carta de autorización del débito para retirar directamente mensualidad (en algunos casos).
– Posible fiador (en algunos casos).
– Copia del Islr (si se paga este tributo), de la cédula y el RIF.
– Estados de cuenta de otros bancos (en caso de tenerlas)
Referencias bancarias y/o comerciales.
– Antes de aceptar las ofertas de crédito de los bancos, evalúe cuál le conviene más.
– Analice antes de hacer uso de un financiamiento, cuál es su capacidad de pago en un corto o mediano plazo.
– Aproveche la competencia que hay en la banca en cuanto a prestar los recursos para solicitar créditos si no lo ha hecho, o si no ha recibo alguna oferta de préstamo.
– Disponga del financiamiento otorgado a una tasa por debajo de la inflación actual.
– Mantenerse al día con los pagos establecidos por la entidad bancaria para ir cancelando el préstamo, y mantener así un óptimo historial crediticio en el sistema financiero.
– Establezca prioridades y límites de su presupuesto para usar su préstamo de manera más eficaz.
Fuente: ÚN Foto referencial