Los marfileños votan este sábado en unas elecciones marcadas por la exclusión de los principales líderes de la oposición y por detenciones masivas durante protestas pacíficas contra el polémico cuarto mandato que busca el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
Ouattara, de 83 años, ostenta el poder desde 2010 y, aunque la Constitución marca un límite de dos mandatos consecutivos, tras la reforma de 2016 interpretó que se había creado una «nueva República» y que el contador había vuelto a cero.
Estas son las claves de unos comicios que podrían definir el futuro político y económico de este país de África occidental, principal productor mundial de cacao:
La sombra de la violencia postelectoral de 2010
Quince años después, el recuerdo de los controvertidos comicios de 2010 sigue presente en la memoria del país.

Aquellas elecciones dieron como vencedor a Ouattara, pero Gbagbo se negó a admitir su derrota, lo que provocó una crisis que duró hasta 2011 y que causó al menos 3.000 personas y cientos de miles de desplazados.
Fueron seis meses de combates y una semana de asedio a la residencia presidencial por parte de fuerzas leales al mandatario electo, con apoyo del Ejército francés y fuerzas de la ONU, que detuvieron a Gbagbo y a su esposa.
El expresidente fue arrestado en abril de 2011 y enviado a La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya para ser juzgado. Gbagbo fue absuelto en primera instancia por la CPI en enero de 2019.
En marzo de 2021, la corte internacional ratificó su absolución, poniendo punto final al primer juicio en este tribunal contra un jefe de Estado.

¿Qué se vota?
Unos 8,7 millones de votantes, de una población nacional de unos 31 millones personas, están llamados a las urnas en unos 11.835 centros de votación este 25 de octubre.
Elegirán al próximo jefe de Estado para un mandato de cinco años.
El vencedor requerirá más del 50 % de los votos en la primera vuelta para evitar una segunda ronda.
Cinco candidatos en liza
Ouattara, de la gobernante Agrupación de Houphouëtistas por la Democracia y la Paz (RHDP), ha prometido una vida mejor a los jóvenes y las mujeres del país, erigiéndose en garante de la paz.
También se presenta la ex primera dama Simone Gbagbo, de 76 años, líder del Movimiento de Generaciones Capaces (MGC) y exesposa del expresidente Laurent Gbagbo (2000-2011).
Gbagbo aboga por mejoras del sistema sanitario y mayores oportunidades laborales para llegar a la Presidencia.
El exministro de comercio Jean-Louis Billon, de 60 años, es el aspirante del Congreso Democrático (CODE), una coalición de 18 grupos políticos, con propuestas para combatir la corrupción, promover la inversión privada y trasladar oficinas gubernamentales desde Abiyán (capital económica) a Yamusukro (capital política).
Concurre, además el exministro Ahoua Don-Mello, de 67 años y exaliado de Laurent Gbagbo devenido en independiente. Pide eliminar el franco CFA, vinculado al euro, y revisar acuerdos de defensa, incluidos los de Francia, antigua potencia colonial.
La segunda candidata femenina es la exministra de Asuntos Sociales Henriette Lagou Adjoua, de 66 años, con perfil centrista y énfasis en la igualdad de género y la reconciliación nacional.
Opositores ausentes y represión
La votación se celebra con la ausencia de los dos principales líderes opositores, el exconsejero delegado del banco suizo Crédit Suisse, Tidjane Thiam, de 63 años; y el expresidente Gbagbo, de 80, a quienes las autoridades han prohibido participar.
La Justicia alegó que Thiam, líder del Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI, siglas en francés) perdió la nacionalidad marfileña al adquirir la francesa en 1987, pese a que renunció a ella en marzo pasado, ya que la ley prohíbe tener doble nacionalidad.
Gbagbo, del Partido de los Pueblos Africanos de Costa de Marfil (PPA-CI), fue excluido por sus condenas previas.
En ese contexto, hace una semana, las autoridades impusieron una prohibición de dos meses a los mítines y manifestaciones políticas, medida que afecta a todos los partidos y agrupaciones, salvo a los cinco candidatos presidenciales.
Bajo el lema «Por la democracia, la justicia y la paz», el pasado 11 de octubre cientos de personas intentaron manifestarse en Abiyán, pese a la prohibición y la represión de las fuerzas de seguridad.
Desde entonces, unas 700 personas han sido arrestadas en varios puntos del país por actos similares, según la Fiscalía.EFE










