En los últimos meses, el nombre de un virus desconocido hasta el momento en América Latina comenzó a circular: el zika, también conocido como ZIKAV o ZIKV.
En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comenzaron a investigar un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados en la región noreste del país.
Pero fue en mayo que el Ministerio de Salud de Brasil confirmó la circulación del virus tras identificarlo en 16 muestras en dos de esos estados: Bahía y Rio Grande del Norte.
Ese mismo mes se detectó otro caso en el estado de Sao Paulo, en una persona sin ningún historial de viaje.
Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, se trata del primer brote de la enfermedad que se ha documentado en América Latina
¿QUÉ ES?
El virus zika es causado por la picadura de un mosquito y se cataloga como un arbovirus perteneciente al género flavivirus, que son aquellos que animales invertebrados como zancudos y garrapatas le transmiten al ser humano.
El zika es similar al dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.
Se transmite tras la picadura de un mosquito del género aedes, como el Aedes Aegypti, que causa el dengue.
SÍNTOMAS
Generalmente, duran entre cuatro y siete días y pueden confundirse con los del dengue.
En los casos en los que las señales que revelan la enfermedad son moderados, la persona puede tener fiebre de menos de 39°C, dolor de cabeza, debilidad, dolor muscular y en las articulaciones, inflamación que suele concentrarse en manos y pies, conjuntivitis no purulenta, edema en los miembros inferiores y erupción en la piel, que tiende a comenzar en el rostro y luego se extiende por todo el cuerpo.
Con menos frecuencia se presentan vómitos, diarrea, dolor abdominal y falta de apetito.
TRATAMIENTO
No hay una vacuna ni un tratamiento específico para el zika, sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre.
No se recomienda el uso de aspirinas por el riesgo de sangrado que acarrea.
También se aconseja ingerir líquido en abundancia para paliar el que se pierde por diferentes razones.
Para manejar el prurito ocasionado por la erupción, se pueden utilizar antihistamínicos.
Es necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de la enfermedad para evitar el contagio.
PREVENCIÓN
Como la transmisión ocurre por la picadura de un mosquito, se recomienda el uso de mosquiteros que pueden impregnarse con insecticida y la instalación de mallas antimosquitos si no se tienen.
El uso de mosquiteros se aconseja en los casos en los que se contrajo el virus y también como prevención.
Se deben utilizar repelentes con Icaridina y ropa que cubra las extremidades, para que haya menos posibilidades de sufrir una picadura.
El riesgo para el continente se encuentra en el potencial de transmisión de la enfermedad, que radica en que los mosquitos transmisores del virus viven en la región y en la densidad poblacional de la misma.
Fuente: BBC