Aunque la energía que usamos mientras hacemos ejercicio no viene de la comida que acabamos de ingerir (sino de la grasa acumulada en nuestros músculos, hígado y células), muchas personas encuentran difícil el ejercicio sin alimento porque experimentan cambios repentinos en sus niveles de azúcar y empiezan a sentirse cansados, mareados o a punto de desmayarse, si es tu caso, ¡sigue leyendo!
¿Qué hacer?
Come algo ligero de entre 100 y 200 calorías con carbohidratos y poca grasa tal como jugo de frutas natural, un durazno, un plátano, mango o una porción de piña o sandía. También puedes comer una barra energética alta en carbohidratos.
Come una comida balanceada y saludable 1 o 2 horas antes de ejercitarte y trata de incluir la mitad de las calorías que planeas quemar. Es decir, si durante tu rutina quemas 600 calorías, te sugerimos consumir una comida de 300.
Los expertos recomiendan que esta comida contenga un 25 o 30% de proteína, un 50 o 60% de carbohidratos y un 15% de grasa.
¿Qué opciones tengo?
Te presentamos algunas alternativas deliciosas para que rindas en el gym y no rompas la dieta:
Un plato de avena sin azúcar y preparado con leche descremada.
Huevos cocidos.
Vegetales crudos y hummus.
Frutas y yogurt.
Barras energéticas.
Licuado de yoghurt.
Mezcla de nueces con pasas (también llamada ‘trail mix’)
Almendras.
Galletas saladas integrales con queso panela o oaxaca.
¡No olvides hidratarte durante tu rutina y beber 2 litros de agua diariamente!. /JM
Fuente: Veintitantos