La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, culpó este jueves al órgano electoral de las protestas en el país por «jugar» con la fecha de las elecciones.
Áñez tuvo duras críticas al Tribunal Supremo Electoral, al que responsabilizó de las protestas de los últimos días en el país, que reclaman que los comicios se mantengan el 6 de agosto en vez de posponerse al 18 de octubre.
La mandataria transitoria reiteró que no pretende «prorrogar ni un solo día» su mandato, pero es el órgano electoral, no su Gobierno interino, el que «fija y mueve las fechas de elecciones».
«Sean serios y dejen de mover la fecha», reclamó al tribunal electoral, para que cese de «jugar con la fecha a su libre antojo».
La votación estaba prevista para el 3 de mayo, pero ante la pandemia de la COVID-19 se aplazó primero al 6 de septiembre y ahora al 18 de octubre, en espera de que bajen los contagios y se pueda celebrar en mejores condiciones de bioseguridad.
«Mover la fecha de las elecciones al libre antojo causa inestabilidad y además causa movilizaciones», aseveró Áñez, que calificó de «juego infantil» el nuevo aplazamiento electoral «sin consultar a los candidatos».
La mandataria transitoria encabeza una de las ocho candidaturas, por la alianza Juntos.
Las protestas se producen en Bolivia desde que la semana pasada el órgano electoral anunciara el aplazamiento, convocadas por entidades como la Central Obrera Boliviana y el llamado Pacto de Unidad, que reúne a sindicatos de campesinos e indígenas afines al Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales.
UR