De acuerdo con una reciente encuesta realizada a 10 mil adultos, se encontró que el 80 por ciento de los varones duermen profundamente luego de practicar relaciones sexuales. Ya ni la Cenicienta…
Hasta allí todo iba bien, ¿en qué nos afecta que se duerman después del sexo? El problema viene cuando el 48 por ciento admite que se ha quedado dormido durante el coito. O sea ¿cómo?
Para intentar comprender qué ocurre con aquellos que sufren de este padecimiento, el neurocientífico francés Serge Stolerú, escaneo el cerebro de varios hombres antes y después de un orgasmo y encontró que la secreción masiva de oxitocina y serotonina inducen un profundo sueño.
El estudio, publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, explica que en la materia gris masculina existen dos áreas; la corteza cingulada y la amígdala, que dan la orden al resto del cerebro de desactivar cualquier sensación de deseoinmediatamente después mantener un encuentro erótico.
Esto explica que ellos no se preocupen por los abrazos o demostraciones de cariño luego del sexo, sino por su descanso personal.
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