En rueda de prensa, el vocero adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren, detalló que 405 soldados más viajarán en los próximos días para reforzar la seguridad de la embajada estadounidense en Irak, mientras que 55 abandonarán el país, lo que sitúa el incremento neto de tropa en los 350. Warren indicó que el incremento responde a «un análisis general de la situación de seguridad». Sin embargo, coincide con la avanzada del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Irak pero también en Siria.
Hasta el momento hay 861 militares estadounidenses en Irak para proveer seguridad a las representaciones diplomáticas, asesorar al Ejército iraquí, recopilar inteligencia y participar en las operaciones aéreas de distribución de ayuda humanitaria y bombardeo de posiciones del EI en el norte del país árabe.
Con el aumento hasta los 1.200 soldados, Estados Unidos marcará su mayor presencia militar en Irak desde la retirada de tropas a finales de 2011, que puso fin a casi nueve años de guerra en el país.
Estados Unidos intensificó su presencia en Irak después de la toma de la represa de Mosul por parte de las milicias yihadistas del ISIS.
En un primer momento, el presidente Barack Obama ordenó el envío de asesores militares para ayudar a las tropas iraquíes, pero el papel estadounidense se ha ampliado con ataques aéreos contra posiciones del grupo yihadista.
Estados Unidos también mantiene siete navíos de guerra, entre ellos el portaaviones George W. Bush, en aguas del golfo Pérsico para responder a posibles contingencias dentro de Irak, donde el ISIS se ha hecho fuerte aprovechando la divisiones sectarias entre sunitas y chiítas.
El anuncio ocurre un día después de que se difundiera el video con la decapitación del periodista estadounidenses Steven Sotloff en manos del brutal grupo terrorista. El reportero de 31 años estaba secuestrado en Siria desde agosto de 2013.
Fuente: Infobae