Todas deseamos sentirnos bien frescas y protegidas, y por eso no escatimamos esfuerzos en materia de higiene femenina. Sin embargo, luego de varias horas de estar fuera de casa parece que nada funcionará, y es entonces cuando extremamos las medidas higiénicas. Pero… ¿hay algún peligro en exagerar en este sentido? Sí.
¿Por qué es peligroso abusar de los artículos de higiene íntima?
Pensémoslo de este modo: ¿cuántos centímetros separan tu flujo sanguíneo de los elementos (como ropa interior, toallas higiénicas, tampones, etc.) que están en constante contacto con tu piel? Virtualmente ninguno, porque ese contacto casi permanente causa que el escaso décimo de pulgada de tu piel no sea suficiente para evitar que ingresen a tu cuerpo potenciales toxinas.
La piel de la vagina es especialmente permeable, y por eso los agentes químicos que estén en contacto con tu piel en esa zona causarán problemas más pronto que, incluso, si los ingirieras. ¿Por qué? Porque al menos las enzimas de la saliva y del estómago permiten degradar esos químicos y deshacerse en parte de ellos.
Pero, ¿y entonces? Tal como debemos acostumbrarnos a leer las etiquetas de los alimentos que consumimos, también deberíamos leer las etiquetas de los productos femeninos y comprar solo aquellas que sean “orgánicas”.
Elijamos bien
Las toallas de algodón orgánico 100% contienen muchos menos agentes contaminantes que las que están hechas de fibras sintéticas con ingredientes en su mayoría no revelados: ¡podrían contener dioxinas, fibras sintéticas y aditivos petroleoquímicos! De hecho, las toallas sanitarias convencionales y no naturales pueden contener el equivalente de cerca de cuatro bolsas de plástico. Y ya conocemos bien la peligrosidad de los productos químicos de plástico. Por eso, esto realmente debería interesarnos.
¿Cuáles podrían ser algunas de las consecuencias si no prestamos atención a los artículos de higiene femenina? Por ejemplo, los productos químicos plastificantes como BPA y BPS interrumpen el desarrollo embrionario y están vinculados a la enfermedad cardíaca y el cáncer. Los ftalatos, que dan a los aplicadores de tampones de papel un acabado liso y suave, desregulan la expresión génica; y el DEHP puede ocasionar daños múltiples a diversos órganos.
Además, los sintéticos y plásticos restringen el flujo de aire y atrapan el calor y la humedad, lo que podría promover hongos y bacterias en el área vaginal.
Luego de leer este artículo, ¿qué piensas? ¿No es cierto que vale la pena tomarnos nuestro debido tiempo a la hora de elegir productos de higiene femenina?
Fuente: iMujer