El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, consideró como «muy triste» el escándalo suscitado por los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, que han puesto en la mira de la justicia a todos sus predecesores en el cargo, si bien resaltó que el país «ha tomado acción» para afrontar el caso.
La compañía brasileña reconoció haber pagado 29 millones de dólares a funcionarios peruanos para facilitar sus negocios en el país.
«Yo creo que es muy triste, pero el Perú ha tomado acción. No hemos escondido esto debajo de la alfombra», afirmó Kuczynski ante una pregunta de Efe.
El presidente indicó sin embargo que ahora lo que debe haber es «un debido proceso» contra los acusados de recibir coimas, entre los que se encuentran los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), bajo cuyo gobierno Kuczynski fue primer ministro y que ahora está en busca y captura, Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
En lo que sí fue implacable el presidente fue en defender las medidas contra la corrupción instauradas por su gobierno al calor del caso Odebrecht, que entre otras cosas prohíbe a las empresas condenadas por corrupción volver a contratar con el Estado, y que en la práctica implican la expulsión de la compañía brasileña del país.
En este sentido, el presidente reconoció que las medidas impuestas «no hay duda» que suponen un freno a la economía.
EFE