Tomar previsiones. Esta fue la acción que más se escuchaba ayer en la tarde en las terminales del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. A salir tras recoger el equipaje, la primera acción de los viajeros era visualizar sus teléfonos inteligentes, entrar a Twitter y verificar la situación vial de Caracas y de la autopista Francisco Fajardo, así como el desenvolvimiento de las protestas en la capital.
Cerca de las 3:00 de la tarde, los taxistas de las líneas autorizadas por el Aeropuerto de Maiquetía, indicaban a los usuarios que solicitaban el servicio que «esperaran a que bajara el caos». Otros decidieron esperar y algunos grupos familiares más grandes evaluaban permanecer en Vargas.
«Realmente mi hermana siempre me viene a buscar cuando llego de viaje, pero en esta ocasión no pudo ser así, pues no quiso salir ante las concentraciones y anuncios de protesta. He llamado a unos taxistas amigos, pero me dicen que la autopista (Francisco Fajardo) está cerrada. Voy a esperar y a seguir el curso de las noticias» comento Ángel Medina, quien llegaba ayer de Miami.
A diferencia de Medina, Mario Iolli, quien arribó junto a su familia, decidió hospedarse en el Litoral. «Venimos de un viaje largo (Roma) y no voy a ponerme a esperar aquí. Nos quedaremos esta noche en un hotel y mañana a casa», explicó el hombre, residente de Cumbres de Curumo.
La espera fue la opción de muchos viajeros que llegaron a la terminal nacional provenientes de Porlamar, Maturín, El Vigía y Puerto Ordaz, así como otros usuarios del Internacional que llegaron de Santo Domingo, Miami y Roma.
Quienes tomaban vuelos en la tarde y la noche, también tomaron sus precauciones. «Salgo en el vuelo de las 5:40 de la tarde para Miami (American Airlines) y me vine desde esta mañana. No quería exponerme a perder el vuelo por a alguna protesta en la Caracas – La Guaira. Nos trajimos unos libros y videojuegos para hacer más placentera la espera» comentó Daniel Martínez, vecino de Colinas de Bello Monte.
Quienes decidieron irse a Caracas, con taxis de los llamados «piratas», indicaron que la tarifa que ofrecían era muy por encima del promedio.
EU