Para Obama «alto nivel» de Gobierno ruso autorizó interferencia electoral

Para Obama «alto nivel» de Gobierno ruso autorizó interferencia electoral

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este viernes que la decisión de interferir en las elecciones de noviembre pasado en EEUU fue tomada al «más alto nivel» del Gobierno ruso, y sugirió que podría adoptar medidas de represalia. 

«Hemos dicho, y lo confirmo, que esto ha ocurrido al más alto nivel del gobierno ruso», dijo Obama en referencia a las denuncias sobre la aparente interferencia de Rusia en las elecciones para beneficiar al candidato conservador Donald Trump, destacó AFP.

 

 

El mandatario estadounidense evitó atribuir directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, la decisión de interferir en las elecciones, pero adelantó que sería difícil tomar una decisión de esta naturaleza sin su autorización. 

 

 

«Yo quiero destacar que no hay mucho que ocurra en Rusia sin Vladímir Putin», dijo Obama en su última conferencia de prensa del año.

 

 

Al ser consultado si creía que el presidente ruso dio la orden, Obama dijo que prefería dejar que otros consideren «si hay altos oficiales rusos capaces de actuar por su cuenta y decidir trampear el proceso electoral estadounidense sin que Putin lo sepa».

 

 

Obama salió así al cruce de las denuncias originadas en un informe de la CIA que sostiene que Rusia invadió cibernéticamente el Comité Nacional del partido demócrata y los correos del jefe de campaña de Hillary Clinton con el objetivo de ayudar a Trump.

 

 

¿Rusia ayudó a Trump?

 

 

Obama relató que en septiembre de este año, cuando los servidores del Comité Nacional Demócrata (CND) ya habían sido invadidos, él se encontró con Putin en China y le pidió expresamente que los ataques cibernéticos deberían cesar.

 

 

«Sentí que la forma más eficiente de asegurar que nada más ocurriría era hablar directamente, y decirle que esto tenía que cesar o habría serias consecuencias si no lo hiciese», relató Obama. 

 

 

En esa misma visita, añadió, habló del mismo tema con el presidente de China, Xi Jinping, ya que agencias de inteligencia de Estados Unidos habían detectado ataques a empresas estadounidenses que se originaban en servidores chinos. 

 

 

De acuerdo con Obama, después de esa conversación se registró «alguna evidencia» de que los ataques chinos mermaron.

 

 

Por ello, Obama dijo este viernes que ahora estaba determinado a enviar un «mensaje claro» a Moscú.

 

 

«Nuestro objetivo sigue siendo mandar un mensaje claro a Rusia y a otros para que no hagan esto, porque nosotros podemos hacerles cosas a ellos», apuntó. 

 

 

Obama, sin embargo, agregó que para la Casa Blanca «es importante hacer esto de una manera planificada y metódica. Algunas de esas cosas las hacemos públicamente. Algunas de ellas las hacemos de forma que ellos lo saben, pero nadie más».

 

 

«Cuando llegue el momento de tomar ciertas acciones que podamos divulgar públicamente, lo haremos», señaló.

 

 

La polémica por la supuesta interferencia rusa en el proceso electoral se convirtió en el asunto dominante de la semana, al punto que los líderes de los dos principales partidos en el Congreso expresaron apoyo a algún tipo de investigación sobre las denuncias.

 

 

Sin embargo, Trump tachó de «ridículas» las conclusiones expresadas en el informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que según el diario The Washington Post fue presentada a senadores de los dos partidos.

 

 

No obstante, la decisión de Trump de nombrar al empresario Rex Tillerson, director ejecutivo de ExxonMobil y un hombre próximo de Putin, para conducir el Departamento de Estado incentivó aún más el clima generalizado de desconfianza.

 

 

Polémica interminable

 

El senador demócrata Ron Wyden formuló este viernes un llamado a que la Casa Blanca desclasifique de inmediato la documentación de inteligencia existente sobre la interferencia. 

 

 

«Esta es una crisis nacional que debe ser explicada a los estadounidenses», manifestó el legislador en una nota.

 

 

Este viernes, el diario The New York Times reportó que Clinton mantuvo el jueves una conferencia con donantes para su campaña y en ese diálogo aseguró que su derrota ante Trump en las elecciones fue consecuencia directa de esa interferencia rusa.

 

 

Según la excandidata presidencial, estos ataques fueron el resultado de «un problema personal» de Putin con ella por su declaración de que las elecciones legislativas rusas de 2011 estuvieron amañadas.

 

 

«Putin me culpó públicamente del torrente de indignación de su propio pueblo, y esa es la línea directa entre lo que dijo entonces y lo que hizo en esta elección», dijo Clinton, según el NYT

 

 

Este viernes, el Washington Post mencionó que el director de la CIA, John Brennan, notificó a los empleados de esa organización que el Buró Federal de Investigación (FBI, la policía federal) y Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, coincidían con el alcance de la interferencia rusa. 

 

 

«Hay un fuerte consenso entre nosotros sobre el alcance, la naturaleza y las intenciones de la interferencia de Rusia en nuestra elección presidencial», habría mencionado Brennan a sus empleados, según el diario.

 

 

FBI comparte sospechas

 

La policía federal de Estados Unidos coincidió con las conclusiones de la CIA sobre la intervención de Rusia en la elección presidencial estadounidense, reportó este viernes el Washington Post, aislando más al presidente electo, Donald Trump, crítico de esta tesis.

 

 

En un mensaje a sus subalternos, Brennan, dijo que se reunió con el jefe del FBI, James Comey, y el de la Dirección de Inteligencia (DNI), James Clapper, y que «hay un fuerte consenso entre nosotros sobre el alcance, naturaleza e intención de la interferencia rusa en nuestra elección presidencial», señaló el Post citando a funcionarios estadounidenses.

 

 

El apoyo de Comey y Clapper refuerza enfáticamente a la CIA, que concluyó que personas vinculadas a Moscú proveyeron al portal WikiLeaks los correos electrónicos robados de las cuentas del exdirector de campaña de la demócrata Hillary Clinton, John Podesta, y del Partido Demócrata, entre otros.

 

 

Las principales agencias de inteligencia estadounidenses se unen de esa manera en un solo frente, coincidiendo sobre el espionaje ruso antes de las elecciones del 8 de noviembre, a la vez que desmienten presuntos desacuerdos entre la CIA y el FBI, como afirmaron algunos legisladores.

 

 

Brennan también reafirmó en su mensaje el compromiso de las tres agencias en completar la investigación solicitada por el presidente Barack Obama para determinar el nivel de la interferencia rusa, y que lidera la DNI.

 

 

En menoscabo, Trump afirmó el domingo que «no creía» en la tesis de que Rusia interfiriera para que él fuera electo en las presidenciales, mientras Moscú dijo el lunes que los dichos de la CIA eran acusaciones «gratuitas».

 

 

De su lado, Hillary Clinton acusó a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, de ser parcialmente responsables de su derrota en las presidenciales, afirmó el diario The New York Times.

 

 

Durante una cena con donantes de su campaña el jueves en Manhattan, Clinton dijo que Rusia «buscó socavar nuestra democracia» mediante ataques cibernéticos. «Éste no es solo un ataque contra mí y mi campaña, aunque eso puede haber agregado combustible. Éste es un ataque contra nuestro país», añadió.

 

 

Pero Clinton volvió a asegurar también que la carta del director del FBI, James Comey, pocos días antes de los comicios con nuevos cuestionamientos sobre los emails enviados desde su servidor privado cuando era secretaria de Estado le costó la batalla en varios estados clave.

 

 

El Kremlin se defiende

 

Las declaraciones de la Casa Blanca acusando a Rusia de haber perturbado las elecciones presidenciales de Estados Unidos mediante el pirateo de cuentas de correo electrónico son «indecentes», consideró este viernes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. 

 

 

Respecto a la presunta responsabilidad de Moscú en este pirateo informático, «o bien hay que dejar de hablar o bien hay que aportar pruebas. Sino, todo esto es más que indecente», declaró a los periodistas durante una visita del presidente Putin a Tokio. 

 

 

Rusia rechazó ya en varias ocasiones las sospechas en su contra y denunció acusaciones «gratuitas», «no profesionales», «y no fundadas en la menor información o prueba».

 

 

«Aquí hay que dejar de hablar de ello o aportar de una vez por todas alguna prueba. De lo contrario, esto parece ya muy indecente», dijo Peskov, quien ya tachó este jueves de «absurdas» las acusaciones de que el presidente Putin estuviera directamente involucrado en dichos ciberataques.

 

 

En la misma línea, el asesor presidencial, Yuri Ushakov, aseguró que Putin ya ofreció una «respuesta clara» a Obama durante la última cumbre del G20 en China, detacó Efe.

 

 

En su momento, Putin ya tachó de «histeria» las denuncias sobre la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. 

 

 

«¿Acaso Estados Unidos es una república bananera? EEUU es una gran potencia. ¿Cómo puede Rusia influir en la elección del pueblo estadounidense?», se preguntó. 

 

 

Agregó que es «una ocupación muy rentable» esgrimir la amenaza de «hackers, espías y agentes de influencia rusos» para ocultar la magnitud de los problemas reales que atraviesa la sociedad norteamericana. Y acusó a Clinton de intentar «desviar la atención» sobre el contenido de los mensajes divulgados por WikiLeaks con cortinas de humo como los supuestos ciberataques rusos.

 

 

 

EFE/AFP

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