Principales alcaldías y gobernaciones del país quedaron en manos de influyentes adversarios políticos del presidente.
Golpe de la centro derecha al petrismo con Galán, Fico, Char y Eder
Las elecciones regionales de ayer –tal como lo indicaban las encuestas– se convirtieron en una estruendosa derrota para los candidatos afines al Pacto Histórico, alianza política que llevó a la Presidencia a Gustavo Petro. Las derrotas más apabullantes y relevantes del petrismo se dieron en las principales ciudades del país: Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali. En todas ellas, los candidatos afines al proyecto político del Pacto Histórico fueron barridos por quienes estarán al frente de sus ciudades y departamentos a partir del próximo primero de enero.
Los resultados de ayer reflejan el inconformismo de las regiones con aquellos candidatos que recibieron el respaldo abierto del Gobierno nacional, como es el caso del aspirante a la Gobernación de Córdoba, Gabriel Calle, hermano del presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, uno de los grandes perdedores de la jornada.
Otro resultado desastroso para los seguidores de Petro fue la derrota aplastante de Gustavo Bolívar en Bogotá, quien ocupó el tercer lugar, muy distante del ganador en primera vuelta, Carlos Fernando Galán, y también alejado del segundo, Juan Daniel Oviedo, quien se convirtió en la revelación de la elección. Bogotá se había convertido en las últimas elecciones en el gran fortín electoral del petrismo en Colombia.
En Barranquilla, como se esperaba, el triunfo de Alejandro Char fue arrasador, al igual que el de Federico ‘Fico’ Gutiérrez en Medellín. Tanto en Barranquilla como en Medellín, las alcaldías serán ocupadas por quienes se han mostrado abiertamente antipetristas. En Cali la sorpresa corrió por cuenta de Alejandro Eder, quien superó a Roberto Ortiz.
La novedad –en lo que tiene que ver con Barranquilla– es que por primera vez las relaciones entre la capital del Atlántico y la Casa de Nariño no serán tan amistosas, como ocurrió en el pasado reciente con los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque. Es bien sabido que Char no es de los afectos de Petro, ni Petro de los afectos de Char.
Este hecho, sin duda, significará un enorme reto para el nuevo alcalde barranquillero, quien deberá emplearse a fondo para gestionar recursos y mostrar buenos resultados, como hizo en sus dos administraciones anteriores, donde alcanzó calificaciones de respaldo y aprobación superiores al 90 por ciento.
Algo similar ocurrirá con el nuevo gobernador, el liberal Eduardo Verano, quien también deberá emplearse a fondo para mostrar buenos resultados, como ocurrió en el pasado reciente.
¿Cómo quedó conformado el nuevo mapa electoral en el país y cómo serán sus relaciones con el Gobierno nacional?
Barranquilla: repite la fórmula Alejandro Char y Eduardo Verano
Alejandro Char y Eduardo Verano serán de nuevo y para el mismo periodo alcalde de Barranquilla y gobernador del Atlántico. En esta oportunidad –a diferencia de lo que ocurrió en el pasado– no contarán con el pleno respaldo del Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro. Los antecesores de Petro, como Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, mantuvieron estrecha relación tanto con Barranquilla como con el Departamento. En términos electorales la alianza Char-Verano resultó efectiva, pues ambos alcanzaron una distancia muy significativa de sus inmediatos seguidores. Punto. Tanto en el caso de Barranquilla como en el del Atlántico los nuevos gobernantes deberán sacar adelante una agenda social que permita cerrar brechas, así como emplearse a fondo para hacerle frente a la creciente ola de inseguridad que se presenta en la capital y los distintos municipios del departamento.
Bogotá: estruendosa derrota del petrismo
Después del tercer intento, Carlos Fernando Galán ganó la Alcaldía de Bogotá sin necesidad de una segunda vuelta, propinándole una estruendosa derrota al candidato de Gustavo Petro, el exsenador Gustavo Bolívar, quien ocupó el tercer lugar, después de Juan Daniel Oviedo, la revelación de la jornada electoral, quien pasará a ocupar una curul en el Concejo de Bogotá. El triunfo de Galán significó, además, una dura derrota para el presidente Petro en uno de sus principales fortines electorales, apenas un año después de haber ganado la Presidencia de la República. Galán asumió la continuidad de la construcción del Metro de Bogotá, que terminó siendo una bandera electoral en la capital de la República. El triunfo de Galán es también un espaldarazo a un modelo de gestión que se basa en “construir sobre lo construido”; es decir, en darle continuidad a las políticas exitosas de sus antecesores, algo que en Bogotá no se da con frecuencia.
Medellín: Fico Gutiérrez derrotó a Petro y a Daniel Quintero
El nuevo alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, repite el cargo, pero tendrá que emplearse muy a fondo para dejar atrás el paso devastador de su antecesor Daniel Quintero. Luego de superar una “campaña sucia” sin antecedentes por parte de sus adversarios políticos, encabezado por Quintero, el nuevo alcalde de Medellín deberá combatir de forma eficaz la creciente inseguridad de la capital antioqueña. Al igual que sucederá con Barranquilla, la nueva administración de Medellín tampoco tendrá una relación amistosa con Gustavo Petro. Pero Gutiérrez tendrá un gran aliado en Andrés Julian Rendón, el nuevo gobernador de Antioquia, quien derrotó a Luis Pérez Gutiérrez, que aspiraba a repetir el cargo. Crear alianzas entre alcaldías y gobernaciones será muy importante a la hora de gestionar ante el Gobierno nacional, sobre todo si al frente del mismo está una persona con las que no se tienen buenas relaciones, como es el caso del presidente Petro.
Cali: Alejandro Eder derrotó al ‘Chontico’ Ortiz
En Cali las encuestas no mostraban un amplio favoritismo del candidato antipetrista, Alejandro Eder, como sí sucedía en Bogotá, Barranquilla y Medellín. Sin embargo, Alejandro Eder logró imponerse de forma holgada a Roberto Ortiz y con ello sumó la cuarta capital al ramillete de ciudades que le marcaron distancia al Gobierno nacional. El presidente Petro deberá hacer una lectura desapasionada de los resultados de ayer y tendrá que interpretar muy bien el mensaje que le enviaron los colombianos desde las regiones. La “paliza electoral” que recibió el petrismo debe servir para que Petro reflexione y entienda que es necesario y urgente replantear la forma como está ejerciendo la jefatura del Estado. El desastre electoral que acaba de padecer es una señal contundente de que los colombianos no están conformes con su mandato. La derrota de ayer debe ser interpretada por el Pacto Histórico como una alarma que se encendió con miras a las elecciones presidenciales del 2026. Negarse a reconocer esta realidad política es exponerse a sufrir una derrota peor que la de ayer. Punto.