Al menos 1.000 pacientes renales de Táchira, Lara, Carabobo y Falcón tienen ocho días reclamando bicarbonato para recibir su tratamiento tres veces a la semana. El Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) prometió comenzar el despacho entre el 23 y 24 de agosto, pero no cumplieron.
“Para rendir lo poco que hay en las unidades de diálisis, les reducen las horas de tratamiento a los pacientes. De cuatro horas que debe durar cada uno, lo bajaron a tres horas o a dos horas y media. Esto impacta en la vida de los pacientes», aseguró Reymer Villamizar, miembro de la organización Amigos Trasplantados de Venezuela.
La ONG estima que, a comienzos de 2021, en Venezuela había entre 6.000 y 6.500 personas en diálisis. Es probable que esta cifra haya disminuido a principios del segundo semestre del año, debido a los contagios por COVID-19, a las fallas que se reportan en las unidades de diálisis- hospitalarias y extrahospitalarias-, y a la suspensión del programa de trasplantes.
La semana pasada, las madres de los pacientes del servicio de Nefrología del J.M. de los Ríos exigieron la reactivación del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos que coordina la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), adscrita al Ministerio de Salud.
El 21 de agosto se cumplieron 42 meses de la medida de protección que otorgó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los niños de nefrología del hospital de niños.