A comienzos de temporada parecía que el fuerte de los Gigantes de San Francisco iba a ser su pitcheo, sobre todo el abridor, como ya había sucedido en campañas anteriores; sin embargo a esta fecha, los colosos marchan primeros en la División Oeste debido a la ofensiva.
El equipo de la bahía era tercero en la Nacional en carreras anotadas con 174, y buena parte de ese éxito se debe a lo que ha hecho Pablo Sandoval.
Y es que el antesalista criollo lidera a los suyos en hits (47), carreras empujadas (26) y average (.320), mientras que es segundo en anotadas (21), jonrones (6) y OPS (.845) entre sus compañeros. El otro de los caballos ofensivos del equipo es el reinante Jugador Más Valioso del viejo circuito, Buster Posey: 17 CA, 5 HR, 24 CI, .294 AVG y .920 OPS
El «Panda» inició la temporada a todo tren, estableciendo un récord histórico en la franquicia con 35 imparables en abril y pese a que en los primeros días de mayo bajó un poco el ritmo, volvió a encenderse sacando cuadrangular en sus últimos dos cotejos (sábado y domingo).
Sandoval además se ha embasado en 31 de sus 37 juegos este año y proyecta culminar con la mejor campaña de su vida, pues va a ritmo de alrededor de 200 imparables conectados y 100 carreras traídas al plato (ver resto de proyecciones en la tabla de arriba).
Pero la valía del criollo para los californianos no se debe solo a los números, o al menos eso se desprende de lo que dijo Tim Lincecum al portal web de los colosos.
«Cada vez que Pablo tiene una sonrisa en la cara es difícil para el resto del equipo no contagiarse de esa energía y alimentarse de ella», afirmó el lanzador justo después de que el «Panda» lo ayudara a ganar el domingo, despachando un cuadrangular.
Ese jonrón, el sexto de Sandoval en la temporada, paró en la bahía que hay detrás de las gradas del jardín derecho del parque AT&T Park de San Francisco.
Fue el séptimo batazo que el venezolano despacha hacia esa zona durante su carrera (segundo en esta zafra), siendo superado solo por Barry Bonds, quien mandó 35 pelotas al agua antes de retirarse.
«Mi esposa me pidió que bateara un jonrón hacia el agua como regalo del Día de las Madres, pero debo haberle entendido mal y por eso permití ese batazo que cayó en el agua», bromeó tras el encuentro Kris Medlen, abridor de los Bravos de Atlanta y víctima de la conexión del «Panda».
Fuente: Líder en deportes
