Históricamente, en la sobremesa familiar los temas de economía se circunscribían al universo masculino. Era cosa de hombres. Hasta que las mujeres empezaron a vincularse con esas cuestiones antes vedadas. Muchas, por necesidad, se hacen cargo del dinero y luchan para conservar su valor en tiempos de inflación. Otras, tomaron el desafío e hicieron de la economía su medio de vida. Las periodistas especializadas en economía, Cecilia Boufflet y Virginia Porcella, publicaron Economía en Tacos Altos. Por su parte, Paula Premrou, economista, Ceo de Portfolio Personal, asesora sobre inversiones. Y para que todas conozcan cómo hacer para que el dinero rinda, Boufflet y Premrou brindan sus consejos para ganarle a la inflación.
¿Cómo rinde mejor el sueldo?
Según Boufflet, “hay que priorizar los gastos. Planificar la administración personal. Anotar cada gasto y cuando llegás a fin de mes, te das cuenta qué gastos secundarios se pueden ajustar. Cuánto se gasta en comer o en ir al cine. Con organización, todos podrían ahorrar entre el 10 y el 20 por ciento de sus ingresos. Alguien que gana $5000 podría ahorrar 500 pesos al mes. Es en el gasto hormiga donde hay para recortar”. Premrou va más allá. “Estamos en una época que combina inflación muy alta con tasas de interés muy bajas. ¿Qué hacés con el dinero que te quema las manos? Al no tener una alternativa de ahorro, se aumenta el consumo. Por eso vemos que la gente sale del dinero y va hacia los bienes, como electrodomésticos, si se tiene más dinero se compra un auto. Esta inflación obliga a ocuparse del dinero, porque el riesgo es una pérdida importante del valor”.
¿Cuáles son los pro y contras de las cuotas?
“Las cuotas sin interés son percibidas como un gran negocio en una economía con inflación. La ventaja es hacerse de un bien hoy y pagarlo en 12 ó 24 meses al cabo de los cuales el valor de ese objeto saldría mucho más. Pero el riesgo es que se termina comprando de más y después tenés 80 cuotas, de las cuales 70 son de gastos innecesarios”. Premrou es tajante. “Las cuotas promueven el endeudamiento. El riesgo es sobrecargarse y que el sueldo no acompañe la inflación. Y ahora se está viendo mayor dificultad para acordar las paritarias en concordancia con el índice inflacionario, con un empleo más ralentizado”.
¿Cuándo conviene pagar el mínimo de la tarjeta de crédito?
Nunca -enfatiza Boufflet-. Hay entidades financieras que tienen un interés del 60%. Se calcula que con una tasa del 50% para el monto mínimo, si pagás un 5% mensual, vas a tardar más de 90 años en cancelar una deuda de $1.000. La mejor receta para no acumular deuda en la tarjeta es pagar los gastos del mes con la de débito o efectivo y los bienes durables, como un LCD, con el plástico, en cuotas. Los bancos tienen estudiado que si te dan un 20% de descuento, vas a gastar un 20% más de lo que pensabas. Son todos incentivos para el consumo y perjudicial para la economía doméstica.
¿Para qué gastos conviene sacar un crédito?
Para Boufflet, “nunca hay que sacarlo antes de ordenar las cuentas y saber con certeza que se va a poder pagarlo, porque las condiciones de los bancos son leoninas. El crédito sólo se debería usar para las cosas a las que se agregarían valor, como la reforma de la casa. O invertirlo en educación, para hacer un máster o un curso que valorará el trabajo. No sirve para pagar una vacaciones en el exterior. Puede utilizarse para cambiar el auto, si es una herramienta de trabajo o si gasta mucho combustible. Mucha gente está comprando autos como un modo de inversión, pero el auto pierde mucho valor al salir de la concesionaria”.
El dólar parece no tener techo. ¿Conviene comprar a cualquier precio?
“El dólar actúa como refugio de valor frente a un contexto que para la población resulta incierto. Estamos en un año electoral, hay incertidumbre sobre la situación de la economía. La sensación de que no tiene techo es porque hay mucha incertidumbre y el precio del dólar lo está reflejando. Por ahí el precio de hoy es exagerado y dentro de dos semanas el billete se estabilice porque las exportaciones del campo son muy favorables. Y esa persona terminó comprando muy caro. Pero tal vez no le importe el alto precio porque piensa su patrimonio en dólares”, refleja Premrou.
Además del plazo fijo, ¿qué opciones más rentables hay para invertir?
Boufflet dice que “hoy el plazo fijo no es negocio contra la inflación. Pero es mejor tener uno al 12% anual, que gastarse el dinero. Puede ser útil como el primer refugio de ahorro para poder pasar a otra inversión”. Están los fideicomisos financieros, que pagan “uno o dos puntos más que el plazo fijo y se puede invertir desde mil pesos -asegura Premrou- . También están las obligaciones negociables, como las de YPF, que paga 19% anual, los intereses mensuales, con amortización del capital en pesos. Después está el dólar link, inversiones atados a la tasa de devaluación del dólar oficial. Se invierte y se paga en pesos. Hay fondos que invierten en dólar link con un rendimiento del 20%, cercano a la inflación”.
¿Sirven los bonos que se compran en pesos y al término pagan en dólares?
“Uno tiene que saber cuál es el riesgo del que va a pagar el bono a su vencimiento. No es lo mismo que lo pague una empresa que el Estado Nacional, que tiene mayor respaldo. Se compran en pesos y la renta y la amortización se paga en dólar billete”, dice Boufflet. Premrou da opciones. “El bono más popular del mercado es el Boden 2015: se compra en pesos, paga un interés anual del 7% que se paga semestralmente. Finaliza en octubre de 2015 y paga todo el capital en dólares. Estos bonos son atractivos porque si uno ve la evolución en pesos, siguen el crecimiento del dólar en el mercado marginal”. Otros bonos son el Bonar VII, que vence en septiembre, el Boden 2017 y el Bonar X en 2017. Después hay bonos que vencen en 2033 y 2038. Los bonos a muy largo plazo son para inversores con mayor tolerancia al riesgo. Se puede ganar mucho pero también se puede perder mucho.
¿Cómo viene la economía hasta fin de año?
“Es bastante parecida a la del 2012, con un bajo nivel de crecimiento. Es una economía que viene acumulando muchas distorsiones en los precios relativos, que va generando cada vez más sensación de incertidumbre y, sobre todo, con una economía estancada y con muy alta inflación. Además es un año electoral. Creo que el Gobierno va a hacer todo lo posible para llegar a octubre con la inflación lo más controlada posible, para no tener que tomar medidas cambiarias más drásticas -diagnostica Premrou-. Es muy importante lo que pase en estos próximos tres meses, en el sentido de qué cantidad de dólares pueda recuperar el Banco Central con la liquidación de la cosecha del campo. Si son pocos, se van a endurecer los controles, pero si entran muchos, podemos esperar un poco de crecimiento. Este año se van a seguir acumulando problemas, pero sin riesgo de explosión inminente. Es un año para guardar un poco de dinero. Ahorrar lo que se pueda”. // IPP
Fuente: entremujeres
