Orlando Viera-Blanco: Trump va por ellos…

Comparte esta noticia:

Orlando Viera-Blanco: Trump va por ellos…

Al encarecer los bienes importados, los aranceles incentivan el consumo de productos fabricados en el país presionando a naciones como China

Donald Trump ha implementado una política de aranceles sobre bienes importados provenientes de China, Canadá, México y Unión Europea. Esta política enmarcada en su lema «America First», busca proteger la industria nacional, reducir el déficit comercial y fortalecer la economía estadounidense. Aunque los aranceles generan controversia y críticas, también traen ventajas económicas y competitivas que vale la pena analizar.

Protección de la Industria Nacional. Reducción del déficit comercial.

Los aranceles son políticas de protección a las industrias locales frente cuando el balance comercial es negativo. La globalización ha permitido que productos más baratos-especialmente chinos-inunden el mercado estadounidense, ocasionando cierre de fábricas y pérdida de empleos en sectores como el acero, el aluminio y la manufactura. Competir con salarios muy bajos es imposible. En China [Shenzhen, Pekín y Shanghái] el salario está entre 3 y 5$/hora. Pero en ciudades como Gansu o Guizhou el salario es de 140$/mes o 1.80$ hora. En México el salario de un empleado automotriz es 6$/hora. En U.S es de 25$.

Los aranceles impuestos por Trump [el 25% al acero y el 10% al aluminio/2018] revitalizaron estas industrias. Empresas como U.S. Steel y Alcoa reportaron un aumento en la producción y la reapertura de plantas. Otro objetivo clave de la política arancelaria es abordar el persistente déficit comercial de EEUU. En 2018 alcanzó los 621 mil millones de dólares y ha crecido a un ritmo de un 15% promedio/año. En 2025 se calcula en un billón$

Al encarecer los bienes importados, los aranceles incentivan el consumo de productos fabricados en el país presionando a naciones como China. Es favorecer además el consumo de productos de concepción y confección originaria, no a la copia y la piratería. Propio señalar que la mercadería falsa según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Union Europea es de unos 464.000 millones de dólares, casi el 3% del mercado global.

Los aranceles son una herramienta de negociación. Un ejemplo es la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA) reemplazado por el Tratado entre México, EE UU y Canadá (T-MEC/MUCT). La amenaza de aranceles permanentes sobre bienes mexicanos y canadienses ha llevado a ambos países a realizar ajustes en beneficio de EEUU en la industria automotriz y el acceso al mercado lácteo canadiense.

La política arancelaria de Trump busca promover una visión de autosuficiencia económica, reduciendo la dependencia de cadenas de suministro extranjeras. Esto fue relevante durante el COVID-19, cuando la escasez de productos esenciales expuso las vulnerabilidades de la globalización. Al incentivar la producción doméstica, los aranceles sentaron las bases para una economía más resiliente frente a crisis externas u un beneficio competitivo estratégico, que es seguridad.

Las matemáticas de los aranceles vs. represalias.

El déficit comercial de EEUU en bienes y servicios para el año 2024 alcanzó los 918,400 millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio. Este monto refleja un aumento del 17% con respecto al año anterior, siendo el segundo déficit más alto en la historia del país.

El desglose: El déficit comercial de bienes fue de 1,2 billones de dólares, un incremento del 14% en comparación con 2023. Esto se debe a que las importaciones de bienes ascendieron a 3,29 billones de dólares, mientras que las exportaciones fueron de 2,08 billones de dólares. El Superávit en servicios: Estados Unidos mantuvo un superávit en servicios de 293,300 millones de dólares, un aumento del 5.4% respecto al año anterior. Las exportaciones de servicios alcanzaron aproximadamente 1,1 billones de dólares, frente a importaciones de servicios menores. Sin embargo, este superávit no compensa el déficit comercial de bienes.

Principales socios comerciales y montos específicos [bienes, 2024]: China; Déficit: 295,402 millones de dólares (un aumento del 5.7% respecto a 2023). México: Déficit de 171,809 millones de dólares (creció un 12.7% anual). UE; Déficit: 235,600 millones de dólares (aumento del 12.9%). Canadá; Déficit: 63,336 millones de dólares (ligera disminución). Vietnam; Déficit: de 123,463 millones de dólares (récord histórico).

El comercio mundial en 2024 alcanzó un récord de 33 billones de dólares (según la UNCTAD) con EEUU representando alrededor del 13.2% de las importaciones globales. El déficit comercial de EE.UU. con el resto del mundo (todos los países combinados) es alrededor de 1 billón de dólares en bienes y servicios y contando .

En diciembre de 2024 el déficit mensual fue de 98,400 millones de dólares, un aumento del 25% respecto a noviembre, impulsado por un alza en las importaciones (hasta 364,939 millones de dólares) y una caída en las exportaciones (a 266,507 millones de dólares). Es verdad que esta brecha podría aumentar [el déficit] por intensificación de importaciones ante la escalada arancelaria.

Los aranceles no están exentos de represalias. Los consumidores enfrentan precios más altos en algunos bienes y los agricultores estadounidenses sufren retaliaciones comerciales, como los aranceles chinos. El impacto competitivo de los aranceles debe evaluarse en un contexto de guerra comercial con China, donde la protección de la propiedad intelectual y la contención del dominio económico chino son prioridades estratégicas.

El déficit comercial crónico de EEUU se centra en importaciones de bienes como manufacturas, productos electrónicos y petróleo. Los servicios, como turismo, educación y finanzas, son un punto fuerte para EE.UU, con un superávit en esta categoría de aprox. 300 mil millones, que no compensan el déficit en bienes. Los principales scouts comerciales de EEUU son China, México y Canadá. México superó a China como el principal exportador a EE.UU. en 2023, con exportaciones por valor de más de 400 mil millones de dólares anuales. Canadá sigue de cerca, con una relación comercial altamente integrada gracias al T-MEC.

El déficit comercial no depende sólo de las políticas comerciales, sino también de factores como el ahorro y la inversión. EE.UU. tiene una baja tasa de ahorro doméstico y una alta demanda de bienes extranjeros, lo que impulsa las importaciones. Además, el dólar fuerte como moneda de reserva global hace que las importaciones sean más baratas y las exportaciones estadounidenses más caras en mercados extranjeros. La política arancelaria podría debilitar el dólar para hacer competitiva la exportación de bienes norteamericanos, incentivar la inversión local y la tasa de ahorro mediante un consumo selectivo.

Los aranceles implementados a Canadá y México [25%], China [34%], más aranceles “recíprocos», impactarán los precios al inicio, reducirá el poder adquisitivo y afectará la demanda interna, que es decrecimiento y riesgo de una recesión. Pero ante un equilibrio en el déficit comercial se estima un cambio estructural en los procesos de inversión interna, mutación de consumo hacia productos ‘no-desechables’, alivio del deficit fiscal, descenso de la presión monetaria, ajuste de la inflación y mayor disciplina del gasto.

Las cadenas de suministro. Socios Financieros, Educación y Propiedad Intelectual.

Industrias como la automotriz que dependen de componentes transfronterizos (pistones especialmente de México y Canadá), enfrentan costos más altos. Un arancel del 25% a estos países podría aumentar el precio de los autos, afectando a productores y consumidores, y reduciendo la competitividad global de EE.UU. Pero el aumento de las capacidades de producción mediante líneas expansivas de manufactura en EEUU, aliviarían los costos de producción local [por aumento de volumen] presionados por la competencia interna y obligando a empresas extranjeras revisar costos o hacer alianzas en EEUU. Porsche, Audi, Volkswagen están en esa búsqueda.

Los aranceles de Trump en su primer mandato redujeron el PIB entre 0.2% y 1.5% y costaron entre 200,000 y 400,000 empleos, especialmente en sectores exportadores afectados por represalias. Pero una escalada de relocalización de inversión interna por causa de aranceles recíprocos, podría compensar los riesgos de desempleo y descenso del PIB. A largo plazo, su éxito dependerá de cómo se equilibren estos costos y beneficios, y de si se complementan con políticas que aborden los desequilibrios macroeconómicos de EE.UU.

Importante aclarar que las exportaciones de servicios no son susceptibles de represalias, como algunos han sugerido. El déficit comercial de los EEUU [1 billón de dólares] no se compensa con los servicios exportados. En 2024 EEUU registró las siguientes cifras en exportaciones de servicios claves: Servicios financieros: $200 mil millones; Servicios educativos: $60.2 mil millones; Propiedad intelectual: $40 mil millones. Esto suma unos 300 billones de dólares. Las exportaciones de servicios financieros, educativos y de propiedad intelectual no se ven directamente afectadas por los aranceles.

Conclusión. Aranceles: Crecimiento, déficit e inflación.

En conclusión, la política de aranceles puede tener varios impactos favorables en la economía de EE.UU, dependiendo cómo se implemente y el contexto económico global. A continuación detallo cómo podría influir positivamente en el crecimiento económico, el déficit fiscal y comercial, el empleo y la inflación:

1. Los aranceles incentivan la producción interna al encarecer los bienes importados, lo que da una ventaja competitiva a las industrias locales. Si las empresas estadounidenses aumentan su producción para satisfacer la demanda interna, esto podría traducirse en un mayor PIB. Por ejemplo, sectores como el acero, la manufactura [autos, electrodomésticos] o la agricultura podrían beneficiarse de una menor competencia extranjera, estimulando la inversión y la actividad económica.

2. Mejora del déficit fiscal: Los aranceles generan ingresos directos para el gobierno federal a través de los impuestos recaudados en las aduanas. Estratégicamente estos ingresos podrían usarse para reducir el déficit fiscal aliviando la presión sobre el presupuesto.

3. Déficit comercial: Al encarecer las importaciones, los aranceles pueden reducir la demanda de bienes extranjeros, lo que disminuiría el déficit comercial (la diferencia entre exportaciones e importaciones). Si los consumidores y empresas optan por productos nacionales, el saldo comercial podría equilibrarse más.

4.Empleo: Proteger industrias nacionales mediante aranceles puede preservar o crear empleos en sectores vulnerables a la competencia extranjera, como la manufactura. Por ejemplo, al limitar las importaciones de acero chino, autopartes mexicanas o canadienses, las acereras estadounidenses o los productores de autos podrían aumentar su fuerza laboral. Esto podría tener un efecto multiplicador en comunidades conexas a estas industrias.

5. Inflación: En el corto plazo, los aranceles podrían estabilizar la inflación si reducen la dependencia de bienes importados baratos pero volátiles en precio (como los provenientes de cadenas de suministro globales inestables). Al fomentar la producción local, se podría lograr una mayor predictibilidad en los costos. Sin embargo, si los aranceles suben demasiado los precios de bienes esenciales, podrían generar presiones inflacionarias temporales.

6. La propiedad intelectual y el efecto espiral de desarrollo tecnológico logra mayor protección, incentivos y retorno de inversión.

Vamos a una nueva era de ajuste y nivelación de las cargas competitivas mundiales. La globalización creo abusos de dominio de mercado, venta a precios marginales y competencia desleal provocada por regímenes de esclavitud laboral y subsidios [drawback] que anularon la fuerza competitiva, la manufactura interna y el incentivo tecnológico y de la propiedad intelectual, anulando además la cláusula de la nación más favorecida.

Las naciones deben ser muy prudentes en no entrar en una guerra arancelaria. Quien tiene el leverage es EEUU. Y Trump lo sabe, por lo que va por ellos. Lo aconsejable es negociar, no responder con represalias.

 

Orlando Viera-Blanco

@ovierablanco

 

Las opiniones emitidas por los articulistas  son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de Confirmado.com.ve