Y lo que no sabemos
agosto 29, 2014 7:38 am

Es norma en los países civilizados que las instituciones gubernamentales tengan una agenda detallada y minuciosa acerca de los principales índices, tanto económicos, como sociales. Los comentaristas anticipan sus opiniones y al salir la información esta tiene efectos positivos o negativos sobre la situación general. Puede, por ejemplo, hacer subir o bajar la bolsa, etcétera.

 

Así fue por muchos años en Venezuela. El BCV publicaba con periodicidad (diaria, semanal, mensual, semestral y anual) un cúmulo de datos relevantes para la economía y de utilidad para los ciudadanos privados y para los funcionarios del Gobierno. Conociéndolos podrían ajustar sus actuaciones.

 

Evidentemente estos datos no sustituyen al mercado, pero aclaran cosas.

 

Desde hace lustros el BCV comenzó a espaciar la publicación de sus informaciones, fue haciéndolas más crípticas y por fin prescindió de ellas.

 

Esperan, probablemente, que al no ser conocidas, los ciudadanos no reaccionen.

 

Algo peor ha hecho el Instituto Nacional de Estadísticas (que ahora junto al BCV debería publicar, pero no lo hace, las cifras de la inflación). El INE publica cifras que hacen parecer a Venezuela el país del pleno empleo. Incluye entre los empleados a los buhoneros, a quienes ahora el Gobierno acusa de contrabandistas.

 

Nada se sabe ni del Fonden, ni del Fondo Chino, poco de las reservas internacionales, cuyo cálculo varían de tanto en tanto a su conveniencia y siga Ud. contando. Tampoco sabemos cuántos generales existen, pero se sospecha que es una cifra mayor a la de grandes países del primer mundo.

 

Estas cifras se ocultan, queriendo esconder la realidad que todos los venezolanos palpan y sufren personalmente en forma de escasez, inseguridad, desempleo, devaluación y tantas otras que no deberían existir.

 

Es la política de quemar el sofá. Es la política de la mentira y del engaño. Con el agravante trágico que en algún momento, por alguna causa, la cortina caerá y la realidad se hará «más «presente.

 

A todas las cosas malas que vemos y sufrimos, se añadirá el conocimiento de la verdad. Y así como CAP II encontró las reservas internacionales en $300.000.000, nos encontraremos quién sabe con cuánto en las reservas, quién sabe con cuánto de deuda, quién sabe con qué terroristas forajidos ocupando cargos del Gobierno y que organizaciones terroristas internacionales funcionando a sus anchas y disfrutando de impunidad.

 

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